Conocí a Titus
Clock en un sueño. Me encontraba en el bosque de otoño buscando tréboles
dorados, entonces lo ví... tenía la apariencia de un caballero inglés, estaba
sentado sobre un tronco caído y entre sus manos sostenía un libro... pero era
un libro muy peculiar, de este salía una bruma azul en la que flotaban unos
barcos.
- ¡Buenas tardes!
- exclamé, él se sobresaltó, cerró su libro con prisa y terminó mojado de pies
a cabeza con una estrella de mar pegada en la frente.
No puede evitar
reírme de su apariencia tan cómica aunque luego le pedí disculpas por haberle
dado tal susto. Me dijo que era hijo de una Hacedora de Mundos y un Viajero del
Tiempo, aquel libro le mostraba las fallas anacrónicas y los vórtices a otras
dimensiones que deberían de cerrarse, ése era su trabajo.
Y desde entonces
nos hicimos muy buenos amigos, muchas veces lo he acompañado en sus misiones y
hemos vivido mil y una aventuras extrañas. Si quieren que se las cuente los
espero a la hora de las brujas bajo el gran olmo.
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