Otro sueño del desierto
8 de abril del 2006
Soñé que estaba otra vez en el desierto... pero no era Ica,
estábamos en Egipto porque veía las pirámides a lo lejos. Yo estaba sentada
bajo un toldo improvisado conversando con la chica mexicana del sueño de la
biblioteca, la enviada por Oxomoco… estábamos comparando unos dibujos de las
líneas de Nazca, específicamente el candelabro, con otros dibujos de
petroglifos mexicas y egipcios. Habíamos llegado a la conclusión de que en
Nazca había un portal que conectaba a Perú con México y en México otro que
conectaba ése país con Egipto... yo estaba feliz debajo de mi toldo mientras
que Jonathan y Leonardo estaban escarbando en la arena.
Entonces ellos encontraron algo y nos llamaron, era la
entrada a una tumba. Jonathan me dijo: La abertura es muy pequeña para
nosotros, entra tu.
No me quedó otra que entrar porque de verdad era la única
que podía pasar… me metí por ése agujero, me arrastré por un túnel pero el
terreno de grava cedió y me caí… y caí justo encima de una ánfora de arcilla
que se rompió por el impacto y de ella salieron un montón de escarabajos... y
me puse a gritar como loca porque los bichos se me empezaron a subir encima.
Entonces ellos agrandaron el agujero y Jonathan me sacó de
allí. Le puse cara de ésta no te la perdono mientras me sacudía los escarabajos
del cabello… sentía que tenía escarabajos hasta dentro de la ropa interior. Volvimos
a bajar, ésta vez los cuatro porque ya habían agrandado la entrada... nos
pusimos a comparar los jeroglíficos y sacamos la ubicación del otro portal que
cerraba el cuadrado.
Entonces se apareció Killa y nos dijo: Bien, entonces el
portal de Egipto conecta con el de Arabia, repartamos los puestos… Lili a ti te
toca Nazca, Rocío a ti te toca México... y a ustedes dos les toca cubrir el
portal de Egipto y no protesten porque tienen el dinero para costearse el viaje…
ahora necesitamos buscar dos shamanes rojos que tengan la capacidad y los
medios para cubrir el portal de Arabia.
De allí no recuerdo muy bien que pasó... la chica me llamó a
un lado y me contó unas leyendas mexicanas pero los nombres de sus dioses son
tan raros que ya se me olvidaron. Si me acordé de Osomoco fue porque era muy
gracioso: Osomoco, un oso con moco... bueno, exprimiendo el cerebro era algo de
una leyenda de una serpiente gigante que producía temblores y de las almas de
las mujeres que fueron sacrificadas en los cenotes.
Luego Jonathan y yo estábamos en una carpa que habíamos levantado
en el desierto. Le pregunté si sabía algo de una reina llamada Calafia... y me
dijo que la tal Calafia era una reina guerrera que tenia un ejército de mujeres
que usaban armas de oro, que era una leyenda española y que a él se la contaron
cuando rodó una película en España.
Y bueno, aquí lo que me dejó sorprendida… fue que Ingrid se
metió a mi dormitorio para jugar en la pc que está en mi dormitorio, entró y me
jaloneó para que despertara, yo media dormida le dije que podía jugar… entonces
ella me dijo: Tienes chukas en la cabeza (Ingrid escribe sus cuentos e inventa
cosas, animales, etc... las chukas según ella son unos bichos como los
escarabajos), yo no le hice caso pero ella insistió con las chukas y de verdad
tenia escarabajos muertos enredados en el cabello. Fue tan raro que los guardé
en una caja vacía de fósforos.