Sueño de las cartas y la sangre
Febrero 2008
Soñé que estaba en mi mansión onírica cuando tocaron a la
puerta, eran Leonardo y Lionel… los hice pasar al saloncito de té y nos pusimos
a conversar:
Lionel: ¿Jugamos a las cartas?
Yo: Bien (iba a decirle a uno de mis elfos domésticos que
trajera una baraja)
Lionel: No, yo traje mis cartas.
El sacó una cajita casi plana de madera que mas parecía una
cigarrera... la abrió, adentro habían cinco cartas... yo sabía lo que eran...
miré a Leonardo quien me sonrió indicándome que él también lo sabía.
Lionel: Si, voy a dejar a mi shaman y tú decidirás su
destino... ya lo sabes, son cinco cartas: Una lo deja vivo, sano y recordando
todo... la segunda vivo, sano pero sin memoria... la tercera vivo pero loco...
la cuarta es una muerte lenta y la quinta una muerte rápida.
Yo: Pero... ¿por qué lo vas a dejar?
Lionel: Tengo cosas que hacer en mi mundo, debo de encarnar
allí y a tiempo completo... así de que elije una carta.
Tuve que hacerlo... cogí una carta... iba a voltearla para
verla pero Leonardo me la quitó y no me quiso decir cuál había sacado... entonces
llegó Luis, los tres se miraron con desagrado y yo les pedí a mis visitantes que
por favor se fueran.
Luis me hizo escena de celos de que hacían ellos en nuestra
casa. Le conté lo de las cartas y él se calmó un poco... pero luego me dijo que
no le gustaba que recibiera a otros shamanes bla bla... lo dejé hablando solo
como sombrerero loco y salí al jardín para tomar aire... pero él me siguió y me
jaloneó del brazo... yo me zafé, corrí... tropecé y me caí sobre un matorral de
ortigas... Luis quiso ayudarme a levantarme, entonces cogí un manojo de ortigas
y le di un bofetón con el manojo.
Me desperté y fui al baño. Luego me volví a dormir y soñé
que estaba en un set de grabación con Víctor pero no era Víctor... se parecía
un poco físicamente y en su forma de ser era casi el mismo pero no era él.
Bueno, el asunto es que habíamos ido allí porque Víctor
quería hacer un video mostrando todos sus cosplays y yo quería un video tenebroso
recitando mis poemas... nos atendió un fulano de unos 40 años, serio y muy
profesional... nos explicó que lo de Víctor era mas fácil filmarlo en el
estudio y luego ponerle los fondos tipo anime por computadora y para lo mío mejor
era filmar en un cementerio y luego ponerle sonido en el estudio.
Luego estábamos en el cementerio... mejor dicho yo estaba en
el cementerio vestida como una dama blanca y el fulano estaba en su estudio
filmándome a distancia... yo tenía en mi oreja uno de esos aparatos como los
que usan los reporteros para comunicarse con el estudio y el fulano me daba las
indicaciones... me decía cosas como: "Un poco mas a la derecha... quédate
quieta un rato, bien.... ahora ponte a la izquierda de ésa tumba, mira al
horizonte, ok"
Yo estaba feliz filmando entre las tumbas... seguí
paseándome por el cementerio y el fulano seguía filmándome... era un cementerio
muy antiguo pero bien conservado con mausoleos muy bonitos, tumbas góticas,
estatuas preciosas... pero mientras mas avanzaba había menos tumbas y mas
estatuas y árboles... hasta que el cementerio se convirtió en un enorme jardín
con un laberinto formado por arbustos de rosas silvestres y paredes de mármol
(muy parecido al laberinto en el que una vez me encontré con Sither y la lechuza
vieja)
Entonces el fulano me dijo: "Regresa, no entres al
laberinto"... pero yo no le hice caso y entré... de inmediato reconocí el
lugar y supe que tenía que llegar al centro, que allí iba a encontrar algo muy
importante... el fulano seguía diciéndome que regresara así de que me quité el
aparatito de la oreja, lo tiré al piso y lo pisoteé... llegué al centro en
donde esperaba encontrar una pileta pero no fue así... encontré un baño público
moderno.
Entré al baño, yo estaba cansada y sucia por todo lo que
había corrido en el laberinto así de que decidí bañarme... entré a una de las
duchas (anoto que lo hice con la ropa puesta) abrí el grifo y en lugar de agua
me cayó una lluvia de sangre... y yo estaba feliz bañándome con la sangre.
Luego salí de la ducha, con mi vestido blanco escurriendo de
sangre... me estaba peinando mirándome en el espejo cuando en el reflejo vi a Luis...
giré y él estaba allí... él me abrazó y me dijo: "Mi reina... sabes que si
me he convertido en un asesino ha sido para hacerte feliz"
Lo besé y luego me desperté.