in girum imus nocte et consumimur igni

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sábado, 14 de agosto de 2010

Añoranza

He perdido muchos poemas en el mar,
en las furias, en las lágrimas.

He perdido a mi Arcángel (amante y guardián)
cuando salió el sol.

Cada día pierdo una nota de melancolía
pero no estoy alegre
porque yo era feliz entre brumas,
elfos, vampiros y duendes.

En un momento de locura (intentando olvidar)
quemé aquél cuadro del Dios Astado hecho con mis manos
quien con sus largos cuernos retorcidos,
su barba de chivo y sus patas apoyadas sobre el mundo
me clavaba sus ojos sangrientos
y convertía mi alcoba en un templo pagano.

He perdido muchos poemas bajo el sol,
en las desilusiones, en los fracasos.

He perdido a mi Demonio (íncubo y príncipe)
cuando salió el sol.

Cada día estoy más anodina
y yo era una odalisca
que danzaba descalza alrededor de la hoguera
entre cánticos nórdicos y celtas.

Huí hacia el mar y ahora me arrepiento,
dejé que las flores lunares se marchitaran por falta de lágrimas,
dejé que los fuegos fatuos se apagaran en el mar cuando me siguieron,
dejé un reino abandonado y quebré mi espada
cuando me ilusioné por el amor de un mortal que me quebró el corazón
¡y me arrepiento!

Liliana Celeste Flores Vega - 1999

jueves, 24 de junio de 2010

La Odalisca del Demonio

Bella doncella de pies ligeros y breves,
bella doncella pálida
como la antigua hechicera del cielo,
bella doncella de oscuros cabellos  largos y ondulados
como sierpes en la cabeza de Medusa,
bella doncella de ojos irreales
y mirada lasciva.

Bella odalisca, pecadora e hierática,
danzas alrededor de la hoguera
como una falena suicida danza
ante la flama de una vela...
los tules de tu vestido semitransparente
permiten vislumbrar tus formas de diosa,
tus pechos firmes coronados por un rubí,
tus generosas caderas cinceladas en mármol
como hechas para saciar
la hambrienta lujuria de los sátiros.

Danza bella odalisca,
danza y enciende los deseos
del Emperador del Desierto...
danza bella y loca odalisca,
danza alrededor de la hoguera
y quémate en las lenguas de fuego
como una mariposa nocturna y ciega.

Liliana Celeste Flores Vega - 1995

miércoles, 26 de mayo de 2010

Ensueño medieval

Me quedo dormida al filo de la medianoche
pensando en lejanos castillos medievales
y en sueños remotos como borrosas visiones de una vida pasada
recorro los lúgubres y húmedos pasadizos ahora en ruinas,
me detengo en el mohoso ventanal
cubierto de hiedra
y respiro el frío perfume
del bosque de pinos silvestres.

Él me abraza apasionadamente,
siento el vaho de su respiración en mi cuello
él posee y devora mi alma
con mordiscos que se disfrazan de besos...
me toma y me fornica, dice que me ama... ¡despierto sobresaltada!
el suave murmullo del viento silba lejano,
la capa del vampiro al pie de mi lecho...
la herida está sangrando...


Liliana Celeste Flores Vega, 1988

jueves, 22 de abril de 2010

Fávilas

En aquel ocaso mi alma se enfermó de nostalgia...
yo añoraba al invierno y era primavera.

Déjame que recuerde:
el lamento de una destartalada campana,
dos ángeles sucios de barro
dormían en el bosque bajo los olmos,
el Elfo descifraba profecías en las runas del tiempo
y el eco misterioso de un lamento
sollozaba como un moribundo desvalido.

Entre brumas divisé las ruinas de mi pasado...
era primavera y yo añoraba al invierno.

Déjame que recuerde:
cinco centurias de olvido y la mansión de mis antepasados
se encuentra derruida,
el baúl desapareció, la espada enmoheció,
un lejano laúd tocaba una canción de inmortal tristeza,
ocasos de matices bronces y una vaporosa fávila
en taciturna danza en el borde del horizonte.

Mi alma se enfermó de nostalgia en aquel ocaso
en el que entre brumas divisé las ruinas de mi pasado.

Déjame que recuerde:
yo añoraba al invierno y era primavera.

Liliana Celeste Flores Vega - 1994