Sueño de la misión, los agentes secretos y los negros
Junio del 2007
Soñé que estaba vestida como una niña victoriana jugando en
un columpio (no era yo de niña, era yo con mis 30 años vestida de niña y hasta peinada
con colitas y lazos)... y estaba de lo más feliz columpiándome cuando se
apareció Antonio y me dijo:
El: Hola hermosa, hoy salió sol en Sevilla.
Yo: Ah, que bien… me alegro.
El: ¿Quieres una manzanilla?
Yo: No, gracias.
El: ¿Té con rosquillas de mantequilla?
Yo: Tampoco.
El ¿Te traigo una sombrilla?
Y me decía mil tonterías y todas sus frases terminaban en
"illa"... ya me tenía hasta la coronilla... entonces hastiada le
dije: ¡Si quieres vamos a follar pero cállate!
Entonces abrí los ojos y vi todas las lucecitas de mi pc que
está frente a mi cama y dejo encendida bajando anime... estaba acostada en mi
cama y volví a quedarme dormida.
Soñé que estaba con Jonathan y otras personas que eran
nuestros amigos (aunque creo que eran mas amigos de él que míos, incluidos su
hermana y su primo). Estábamos en una selva filmando y tomando fotos... ése
mundo (era un mundo morado) iba a ser destruido por una gran catástrofe natural
provocada por el desbalance de los pilares y nosotros teníamos la misión de
documentarlo todo para poder reconstruirlo después. Jonathan estaba filmando el
paisaje en general y yo tomando fotos de los detalles pequeños como flores,
insectos, etc. Unas personas estaban recolectando muestras de las plantas y
otras capturando animales (animales comunes como tigres, lobos, osos, etc y
también animales como unicornios, grifos, etc) y seleccionándolos por parejas
que luego metían en una especie de Arca de Noé moderna.
Luego no sé cómo pero todos estábamos en mi casa. Jonathan
estaba en la reja de la calle despidiendo a la gente y yo estaba de pie al lado
de la gruta que está en mi patio con cara de al fin se van todos. La última en
irse fue una chica delgada, alta y de cabello rizado rojizo... se despidió de
Jonathan y se fue, entonces yo tuve un presentimiento de que algo malo le iba a
suceder y quise detenerla pero ella ya había dado vuelta a la esquina.
Entonces le dije a Jonathan: No debiste de dejar que se
fuera, se la van a comer las arpías, corre a ver si aún puedes alcanzarla. Pero
él se alzó de hombros y me dijo: No es mi problema, además las pobres arpías
también tienen que comer. Me enojé y le reclamé que como podía hablar así, que
pobre la chica, que era malo... pero él me abrazó y empezó a besarme... yo
seguía molesta pero con tanto besito se me fue pasando el coraje.
Ya me había olvidado de la pobre chica... Jonathan y yo
estábamos debajo del jazmín besándonos mientras que mi vecino chismoso estaba
mirándonos con su cara de pervertido desde su ventana, entonces Jonathan me
dijo: Mejor vamos dentro de la casa. Y aquí que la cosa se puso rarísima… entramos a mi casa, pero no era mi casa, era
un dojo japonés... y había un montón de hombres vestidos con traje negro,
camisa blanca y lentes oscuros, tenían pistolas... y todos eran iguales, mismos
agentes secretos de una película de ciencia ficción barata.
Uno de ellos me tumbó al suelo como hacen los policías para
protegerte en medio de una balacera, otro tumbó a Jonathan… allí se armó el
jaleo, no sé quienes nos disparaban, yo estaba muerta de miedo, veía saltar las
maderas del piso y cómo los agentes secretos caían muertos por protegernos de
las balas. Jonathan y yo habíamos quedado en esquinas opuestas... hubo otra
ráfaga de metralla... vi que Jonathan estaba herido en una pierna, quería ir
hasta donde estaba él pero el agente secreto que me protegía no me dejaba...
entonces hubo una gran explosión... después todo estaba en ruinas... los
agentes secretos estaban todos muertos, había sangre, tripas y cables por todos
lados… me di cuenta que ellos eran ciberhumanos.
Corrí hasta donde estaba Jonathan y vi que tenía la pierna
derecha destrozada. Entonces Sither se apareció de la nada y nos dijo que
teníamos que huir antes de que vinieran los escarabajos gigantes. Jonathan le
dijo a Sither: Yo no puedo caminar, déjame y llévatela. Sither le respondió: Ni
loco te dejaré herido y solo, me quedaré contigo y que ella se vaya.
Sither me dio su reloj que era un artilugio moderno con
señal satelital, me explicó más o menos como funcionaba... luego me despedí de
Jonathan y me fui. Después yo estaba corriendo en medio de la selva, era un
lugar como esos que salen en las noticias donde los narcotraficantes tienen sus
escondites... llevaba una mochila que me había dado Sither y pesaba un
montón... miré el reloj, supuestamente tenía que leer la coordenada del lugar
donde estaba una base militar aliada pero si no puedo con un teléfono celular
menos con ese reloj tan moderno.
Y me llegó el condenado reloj, me lo quité y lo dejé tirado
por allí... seguí corriendo, estaba cansada pero sabía que tenía que llegar a
algún lugar antes de que cayera la noche. También me llegó la mochila que
pesaba como veinte kilos y estaba llena de artefactos que yo no entendía, ni un
paquete de galletas, ni botella con agua... y la dejé por allí.
Seguí caminando... entonces vi algo colgando de un árbol, me
acerqué y era la pobre chica de cabello rizado rojizo. Estaba amarrada,
despellejada, media comida por los pajarracos, llena de hormigas, con las
tripas afuera y un ojo colgando... iba a decir una oración por su descanso pero
ella aún estaba viva y me pidió ayuda con una voz lúgubre... quise desatarla
pero estaba atada con alambre de púas, le dije que iba a ayudarla y regresé
donde había dejado tirada la mochila esperando encontrar algo con que cortar el
alambre... pero tampoco había ni un alicate, ni un cuchillo… tsss con Sither y
su mochila de supervivencia que no sirve para nada.
Y entonces se apareció Sesshoumaru (si, el personaje de
anime) diciendo que venía a buscarme por orden del reverendo… y me olvidé de la
pobre chica y me fui con él.
Luego me desperté y fui al baño. Soñé que estaba viviendo
con mi madre e Ingrid en una casona media derruida pero no de vieja, parecía
que había ocurrido un terremoto y se habían caído los pedazos de mampostería. Salí
a comprar al mercado, estaba vestida con mi jean, mi chompa y mis botas de
gamuza... había dejado a mi madre y a mi hija viendo la televisión (anoto que
era un televisor de esos antiguos en blanco y negro).
Llegué a la plaza y allí encontré un grupo de negros, uno de
ellos con cara de ser el líder estaba diciendo que deberían de unirse e ir a la
mansión del conde para exigirle la abolición de la esclavitud... compré
verduras y luego fui hasta la mansión del conde, en la reja una anciana con
toda la pinta de ser ama de llaves me dio un atado de ropa para arreglar.
Regresé a mi casa y me puse a arreglar esa ropa, creo que
era costurera... entonces escuché un gran alboroto, salí y vi en la plaza a
todos los negros reunidos con hachas y machetes diciendo que iban a linchar al
conde... yo les dije que no fueran, que esperaran un poco, que en la próxima
luna llena yo iba a hacer un hechizo para que el conde se quedara dormido por
cien años pero no quisieron escucharme y se fueron.
Luego era el día siguiente... volví a salir al mercado para
comprar víveres, me encontré con una joven negra que era mi vecina, ella estaba
sentada en la puerta de su casa llorando, me dijo que su padre y sus hermanos
no habían regresado... entonces yo le dije que iba a ir a la mansión del conde para
averiguar.
Regresé a mi casa, tomé algunas de las prendas que tenía que
arreglar y fui a la mansión del conde. El ama de llaves no me quería dejar
entrar pero yo insistí diciéndole que no podía arreglar la ropa si no le tomaba
las medidas al conde, entonces la anciana a regañadientes me dejó entrar... un
mayordomo me guió por varios salones elegantes hasta que llegamos a una puerta
supuestamente de la estancia en donde estaba el conde, el mayordomo abrió, me
hizo seña de que pasara, yo pasé... y era la casa de Lucita... y estaban ella,
Carmen y Mele calentando una pizza en el microondas. Luego me desperté.