Sueño de la casona blackbrutense
Mayo del 2009
Hace un par de meses tuve un sueño que olvidé subir al blog.
Soñé que tenía una sesión de fotos con mis amigos de Lugubria y le había dicho
a Lucita que me acompañara para que los conociera y nos ayudara con las fotos.
Luego estábamos en un parque, yo maquillé a mis amigos y
empezamos con la sesión de fotos, Lucita estaba que no se aguantaba la risa las
caras y poses “blackmetaleras brutales” que ellos hacían. Después estábamos caminando
por la calle buscando un lugar para tomar unas cervezas y llegamos a una
casona, Miguel tocó la puerta, nos abrió Don Rodrigo y nos dijo que esperemos
en el salón principal mientras que él iba a traer unas botellas de la bodega
(pero no era la casona de Don Rodrigo, era una muy parecida y siniestra).
Pasamos, la casona era enorme. Miguel dijo que él sabía como
llegar al salón principal y nos guió a través de varias puertas y pasadizos
secretos, cruzamos grandes habitaciones vacías de techos altos y ventanas con
celosías de madera, salones con muebles y cuadros antiguos bonitos pero todo
estaba descuidado, polvoriento y con telarañas.
Lucita y yo nos demoramos mirando un cuadro que contrastaba
con los demás cuadros que eran de estilo clásico y cuando nos dimos cuenta mis
amigos ya no estaban… nos habíamos quedado solas en una habitación enorme con
muebles antiguos y con una escalera doble que no llevaba a ninguna parte (era
una escalinata de subida, un descanso estilo balcón que daba a un jardín y otra
escalinata de bajada dentro de la misma habitación).
Empezamos a tomarnos fotos en el balcón mientras esperábamos
que mis amigos regresaran por nosotras pero pasó el tiempo y ellos no volvían a
buscarnos, sentimos algo que nos dio miedo (como una cosa oscura y siniestra que
nos observaba) y empezamos a buscar la salida... llegamos a un sótano y
encontramos a un hombre cincuentón vestido de monje con un hacha pedaceando a un
cerdo que aún estaba vivo y chillaba mientras él se reía con carcajada malévola
estilo película gore barata… corrimos y llegamos a un salón oscuro y sucio con
mesas y sillas viejas donde estaba un grupo de blackbrutos escuchando música,
fumando y tomando trago barato… nos invitaron a tomar con ellos pero era mas que
obvio que tenían malas intenciones y corrimos... llegamos a otro salón, bonito,
con muebles elegantes de época y ambiente lúgubre, allí estaba un grupo de chicos
góticos escuchando música, fumando y tomando… ellos si nos dieron confianza y
nos sentamos un rato con ellos... luego entró Don Rodrigo acompañado de dos
chicas bonitas vestidas de lolitas góticas (parecía el viejo de playboy con sus
conejitas)… nosotras le dijimos que era tarde y teníamos que irnos y nos
acompañó a la salida.
Me desperté... en fin... olvidé subir ése sueño, luego pasó
el tiempo y no le di mas importancia... hasta anoche que me dio sueño temprano
y volví a soñar con la casona blackbrutense.
Yo estaba con mi ropa de "Rosita" (mi cosplay de
hobbit, mi falda lila con gasa negra y mi blusa morada con florecitas blancas)
y estaba embarazada como estoy ahora (lo aclaro porque en mi sueño anterior que
fue hace un par de meses no me vi embarazada)
Estaba caminando por unas calles, parecía Barranco pero no
lo era... quería ir al baño... llegué a una iglesia y "recordé" que
en la misma cuadra en la esquina estaba "la casona" y decidí ir para
pedir el baño... antes de entrar me encontré con unos blackbrutos que me
saludaron, tocamos la puerta y nos abrió un tipo que parecía un orco.
Entramos, yo pedí el baño y el orco me señaló una puerta. El
baño parecía un baño de pub metal (entiéndase que era un asco)... luego quise
buscar el salón de los chicos góticos para descansar un rato, crucé varios
pasillos y salones... ya no había salones vacíos, todos estaban ocupados por
blackbrutenses embrutecidos... habían invadido la casona, incluso en los
salones que en el sueño anterior no tenían muebles estaban sentados en el
suelo, borrachos y drogados... todo estaba mugroso (en el sueño anterior la
suciedad era de abandono, polvo y telarañas... ahora todo estaba sucio de
botellas en el suelo, puchos de cigarros, bolsitas de papitas y doritos, etc)
Después llegué a un salón que no estaba tan sucio, allí
estaba un grupo de metaleros escuchando black folk metal... me senté en un
sillón estilo colonial que tenía el terciopelo arruinado por quemaduras de
cigarros, yo "conocía de vista" a la mayoría de esos metaleros, ellos
me saludaban y me conversaban cosas de los celtas, los vikingos, bla bla...
pero ninguno era amigo mío... quería irme de allí porque el ambiente me resultaba
un poco incómodo pero estaba cansada y me quedé escuchando sus babosadas de que
eran descendientes de la raza superior, que iban a formar sus covens paganos y
bla bla.
Luego apareció un amigo mío, Juan Carlos (hace años no lo
veo en el real, él cantaba en un grupo de doom metal). Le dije que estaba
fastidiada de estar allí y él me dijo que podía tomar aire y descansar en el
jardín... entonces me llevó a un jardín que debió de haber sido bonito pero
ahora estaba convertido en un matorral, las enredaderas habían tumbado las
pérgolas y había ratas y serpientes entre la maleza. Juan Carlos me dijo que
mejor me llevaba al estanque, llegamos a un patio pero estaba enrejado y no se
podía entrar… a través de las rejas vi un estanque artificial con aves raras y
pececitos que no sé como seguían vivos en ésa agua verdosa con chapas de
cerveza y puchos de cigarros... y allí estaba José Montes convertido en Gollum
tratando de atrapar un pez para comérselo.
Regresamos al jardín matorral y allí estaba Martin (otro
amigo mío que no veo desde hace tiempo y tocaba guitarra en otro grupo de doom
metal)… él nos dijo para conversar en otro lugar, lo seguimos y llegamos a un
patio estilo colonial muy bonito con una fuente, bancas, macetones y
farolitos... y estaba limpio... lo único malo es que allí estaban varias chicas
metaleras putanescas sacando plan con unos metaleros glam pero era un lugar mil
veces mejor que los salones donde estaban los blackbrutos.
Me senté en una banca, no sé a donde se fueron Juan Carlos y
Martin... saqué mi espejo de mi bolso y me empecé a arreglar y entonces una de
las chicas metaleras putanescas me saludó y se me acercó. De primera vista no
supe quien era pero luego la reconocí, era una compañera mía del colegio
llamada Yovanna (aunque me extrañó mucho encontrarla en ése lugar porque a ella
no le gustaba el metal ni el rock, era salsera)... me abrazó, me besó y me
preguntó que había sido de mi vida como si me hubiera extrañado mucho pero
nosotras nunca fuimos amigas, solo compañeras de estudios... me dijo que se
alegraba mucho de verme allí y que me iba a presentar a sus amigos entonces yo
le respondí que estaba allí solo de pasadita y que tenía que irme a mi casa
porque mi esposo me estaba esperando... ella se puso triste y me dijo que me
acompañaba hasta la puerta.
Tuvimos que volver a cruzar pasillos y salones mugrosos...
llegamos como a un vestíbulo donde había una escalera... ella me dijo que
quería darme algo, que la esperara un rato y subió... al lado de la escalera vi
un pozo, de curiosa me asomé, era parecido a ése pozo que hay en las catacumbas
lleno de cráneos pero éste estaba lleno de botellas de trago y dentro estaba un
fulano que no era blackbruto pero siempre paraba con los blackbrutos de Quilca
para gorrearles el trago (ni sé su nombre) reciclando la basura y me dio mucha
risa.
Yovanna regresó con una bolsa, sacó un montón de chucherías
y un collar estilo lolita gótica bien bonito pero demasiado recargado de
adornitos cursis y me los regaló... salimos de la casona, ella insistió en
acompañarme hasta el paradero de buses y tomé un bus que me llevó hasta la
entrada del Hueco.
Entré y fui al dormitorio, esperaba haber llegado antes que José
Alejandro pero él ya estaba allí recostado en la cama... me dijo que sabía
donde había estado y que estaba muy molesto conmigo porque en mi estado n
debería de estar paseando por lugares peligrosos como esos. Le respondí que no
se preocupara porque yo no tenía intención de regresar a ésa casona mugrosa
repleta de blackbrutos embrutecidos.
Hoy cuando me desperté comprendí que la susodicha casona es
el lugar onírico donde se reúnen esas personas que por más embrutecidos que
estén aún tienen algo de onironautas.
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