Bebí de la sangre del Draco, ígnea esencia inmortal, veneno escarlata que
trasmutó mi esencia almática convirtiéndome en quimera de sueños, pesadilla
hecha realidad.
Soy Hija de la Luna, la Elegida Primigenia,
en mis manos tengo el poder de Su cetro de Argento para juzgar a los de Raza
Inmortal... soy la hierática sacerdotisa que danza entre las tumbas al compás
de las melodías forjadas en el silencio, canto los dulces arrullos de la Dama
de la Muerte y mis letanías pueden callar a un Dios.
Le di a mi querido amante mi palabra de honor, sagrada promesa de Luna
Enamorada hecha al Mar, de que no me inmiscuiría en sus contiendas con el
einherjer del Norte... como dama azul sé respetar el honor de un guerrero, até
mis manos para no lanzar hechizos a través del espejo y mordí mis labios para
no lanzar una maldición en alas del viento... solo las libélulas saben cuantas
lágrimas derramé sobre el nebuloso cristal.
Pero ésta madrugada comprobé que eras tú quien movía los hilos que hicieron que
la mano del einherjer domador de truenos empuñara el puñal... juro que no
tocaré a tu marioneta, del cargo de traidor se le concede el beneficio de la
duda y la disculpa de actuar bajo tu imperio, por eso no dañaré ni uno solo de
sus rubios cabellos... solo cortaré las manos del titiritero.
Draco de Hielo, Lobo de Plata que quisiste sentarte en el Trono de Sombras
usurpando el brillo del Lucero... ironías del destino, absurdas leyes del caos,
la sospecha de traición no bastaba para cortarte el cuello... pero heriste al
mas amado de mis Lilitus, el primero a quien en un beso le di de beber mi
veneno... rompiste el pacto, un Dios no debe de meter sus divinas narices en un
duelo de shamanes... ahora como madre, amante y mano izquierda de la Diosa
Emperatriz reclamo mi derecho.
Las nieblas te envuelven como un sudario... levanto mi velo... ¡Mira la cara
oculta de la Luna y contempla petrificado como desciende del cielo la Lechuza
que te sacará los ojos!
Y ya está hecho... la perla primigenia del séptimo quedará guardada en una
ostra, hundida en las profundidades del Mar.... he allí su condena: Eternamente
mecido por las olas.
Que sirva de ejemplo: Lilith defiende a sus abrazados y a sus hijos con furia
de amante y amor de madre.
Y tú, einherjer del Norte... ahora sin las ventajas que un Dios traidor te
concedía, si aún hay cuentas pendientes entre tú y el guerrero de las mareas,
pelea limpio, hombre a hombre... Lilith no proyectará la sombra de sus alas si
es un duelo de caballeros.
Liliana Celeste Flores Vega - agosto 2008
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