in girum imus nocte et consumimur igni

in girum imus nocte et consumimur igni

lunes, 30 de mayo de 2016

Desde la medianoche hasta el alba

Lunes y la noche llega con aroma de jazmines y arpegios encantados como preludio de nuestro romance onírico. Noche mágica en la que la luna enamorada danza vestida con tules de niebla. Recuerda dejar la ventana de tu alcoba abierta y una vela encendida sobre tu velador porque ésta noche cumpliré con mi amorosa promesa y disfrazada como una lechuza hechicera buscaré un nido entre tus sábanas. Tomaré la forma de la dama blanca de tus pesadillas, besaré tus párpados cerrados y sonreirás entre sueños al percibir mi presencia… acariciaré tu cabello y posaré mis labios sobre los tuyos entreabiertos, beberé el dulce néctar de tu boca… escribiré un poema sobre tu cuerpo desnudo con la tinta invisible que destilan mis dedos cuando te acaricio… me arrodillaré entre tus piernas y recitaré una plegaria muda sobre tu vientre… y luego te haré mío, espada en su vaina desatando tus jadeos… un delirio, un sueño húmedo desde la medianoche hasta el alba.

Liliana Celeste Flores Vega – 30 mayo 2016
Imagen: Google

viernes, 27 de mayo de 2016

Seguiré danzando

Volveré a vestirme de negro, es el color que mejor combina con la tristeza. Me dibujaré una sonrisa y le mostraré al mundo una bella máscara… seguiré danzando, dando vueltas como la muñequita de una caja musical.

Liliana Celeste Flores Vega
Mayo 2016
Imagen: Victoria Frances

Cuando el invierno se instala en tu alma

Sentir frío… no un frío externo, un frío que nace de tu corazón y recorre todo tu cuerpo, que congela la sangre que corre en tus venas y vuelve de hielo tus huesos… un frío que se queda en tu garganta y te quita el habla… eso es lo que sucede cuando el invierno se instala en tu alma.

Liliana Celeste Flores Vega
Mayo 2016
Imagen: Google

miércoles, 25 de mayo de 2016

El inicio de la larga noche

Aunque hoy haya salido el sol desde muy temprano (si, siempre es así cuando vienes... tienes el sol en la piel y la luna en la mirada, dulce ángel mío) el invierno ya se ha instalado en mi corazón... y será el inicio de la larga noche...

Liliana Celeste Flores Vega
Mayo 2016
Imagen: Google











martes, 24 de mayo de 2016

Una promesa de luna llena

Y desde ahora imagino como será nuestro encuentro mañana. Chris irá a recogerte al aeropuerto y esperaré que me llame para confirmarme que has venido solo, no quiero una sorpresa desagradable aunque te he advertido que no vengas con el cazador… confío en ti pero no confío en él, sé que él debe de estar muy molesto con ambos y no quiero correr riesgos.

Te daré un tiempo para que tomes una ducha, descanses del viaje y almuerces algo ligero. Me arreglaré como sé que te gusta que lo haga aunque para mi es un “disfrazarme de dama”. Esta noche dormiré con ruleros para hacerme ése peinado que te encanta, aunque ahora mi cabello está mas largo, tal vez sea necesario que me lo recoja un poco con ganchillos. Me maquillaré como aquellas actrices de las películas clásicas de Hollywood que tanto te agradan, ojos delineados en negro y sombra difuminada en tonos marrones, labios en rojo carmesí con las uñas haciendo juego. Me pondré el vestido negro que dices que me queda tan bonito, medias color carne y los zapatos de charol negro de taco aguja con los que me cuesta un poco mantener el equilibrio pero que satisfacen tanto tu fetichismo. Usaré el juego de aretes y collar que me obsequiaste la última vez que nos vimos. La lencería que usaré para la noche la llevaré en mi bolso, es incómodo llevarla bajo la ropa.

Iré a verte al hotel que tantas veces ha sido el refugio para nuestros amorosos encuentros. Tú estarás esperándome en el bar tomándote un vaso de whiskey en las rocas… te pondrás de pie al verme, me darás el encuentro, me abrazarás estrechándome contra tu pecho y me besarás amorosamente en la boca… un beso tímido, un dulce roce de labios que yo corresponderé con mas intensidad hasta hacerte sonrojar. Nos sentaremos juntos, yo pediré un trago, un pisco sour o un mojito… charlaremos un poco de cosas banales, te preguntaré como te va con tus grabaciones, tú me preguntarás como me va con mis escritos, una pequeña cortesía aunque a mi no me gusten tus canciones ni a ti mis novelas… y me reiré en silencio recordando cierto meme que me encuentro frecuentemente en Facebook.

Luego iremos a pasear por el malecón, miraremos el mar… a mi me provocará fumar un cigarro y me quedaré con las ganas porque te molesta el humo y que mi boca quede con sabor a tabaco… si, la boca de una dama debe de ser dulce y no amarga como la boca de un camionero. Después iremos a cenar a ése bonito y discreto restaurante italiano, pediremos lasagna y vino. Tal vez tú hables de él, yo te cortaré de tajo el tema diciéndote que la noche debe de ser solo nuestra sin la sombra de su fantasma y habrá un denso silencio incómodo en el que ambos beberemos un sorbo largo de vino. Para romperlo hablaremos de música y películas… al menos la música clásica, Loreena McKennit, Sarah Brightman y Andrea Boccelli nos gusta a ambos.

Pero cuando tú me hables de alguna película clásica de los años cuarenta yo te escucharé disimulando mi aburrimiento bebiendo vino hasta que se me acabe la copa, se te pasará llenármela porque estarás absorto contándome la trama de la película… entonces me fijaré en tus labios, desearé besarlos y se me escapará un suspiro que tú creerás que es por la emoción que me causa el argumento que me narras… luego repararé en el movimiento de tus manos y me provocará lamer tus dedos, acariciaré tu pierna con mi pie por debajo de la mesa… te callarás, te sonrojarás y me sonreirás con picardía.

Repararás en mi copa vacía, la llenarás y como disculpa por ésa pequeña descortesía me cederás el turno de hablar a sabiendas que te soltaré una cháchara insufrible. Te comentaré el último capitulo de Juego de Tronos, será tu turno de disimular tu poco interés comiendo lasagna mientras yo hablo de la muerte de Summer y del sacrificio de Hodor. Luego intentarás hacerme un cumplido diciéndome que me parezco a Cersei o a Melisandre, yo te responderé “Gracias” aguantándome las ganas de aclararte que acabas de insultarme y añadiré “Pero yo soy una Stark, ahora soy Sansa que se lanzó del muro de Invernalia corriendo el riesgo de romperse los huesos para huir de Ramsay, Theon saltó con ella, se dieron valor mutuamente agarrándose de las manos cuando saltaron”… tomaré tu mano y la estrecharé fuertemente pero no entenderás lo que he querido decirte porque no ves la serie… me dirás que te encantan mis ojos, me susurrarás “Te amo” y yo te corresponderé con una sonrisa que disimulará mi tristeza porque sé que aunque entendieras la metáfora no saltarás conmigo… y maldeciré a nuestro verdugo en silencio porque con sus maltratos y humillaciones te quitó el respeto por ti mismo, te ha convertido en su esclavo y tú no quieres liberarte de su yugo.

Daremos por terminada la cena y regresaremos al hotel. La luna no estará llena pero nos mirará desde el cielo y a su lado estará brillando la pequeña estrella que siempre la acompaña, volverás a decirme: “Prométeme que cuando no estemos juntos mirarás a la luna cuando esté llena, yo también estaré mirándola pensando en ti, tú eres mi luna”… y yo te responderé: “Miraré al cielo pero veré a la estrella que siempre acompaña a la luna, tú eres mi estrella”

Esperaré que hayas tomado una suite ejecutiva como la última vez que nos encontramos para darme gusto y no una suite de lujo demasiado amplia que a ti te gusta por el jacuzzi y la terraza privada pero que tiene esa decoración tan blanca y minimalista que yo encuentro fría. No necesitamos una sala grande con comedor, nos basta una suite pequeña y acogedora con una pequeña zona de sala de estar, un baño cómodo y una cama amplia.

Ya en la habitación yo iré al baño, mientras tú te ocuparás de poner velas e incienso y pedir una botella de vino. En éste punto no sé que sucederá… pensaré en cambiarme de ropa, ponerme el juego de lencería negra de encaje y satén que escogí para ésta noche y tomar el flogger que tengo en el bolso… desearé ordenarte que te desvistas mientras te observo sentada en un sillón bebiendo una copa de vino y recorro tu anatomía con aquella mirada lujuriosa que te intimida y hace que te sientas como un objeto sexual… ordenarte que te pongas de rodillas con las manos entrelazadas detrás de tu nuca para acariciarte, besarte y lamerte lentamente sin permitirte moverte, excitarte hasta hacerte gemir y luego volver a sentarme en el sillón fingiendo indiferencia ante tu erección… verte suplicar con la mirada que te permita acercarte a mi… concederte que te acomodes a mis pies y dejarte jugar con ellos, atar tus manos a tu espalda suavemente con un pañolón de gasa y exigirte que cantes para mí mientras te torturo amorosamente… llevarte hasta el limite de la desesperación, desatarte para darte un poco de placer con mis manos y mi boca para luego azotarte con el flogger… y terminar tumbándote en el suelo sobre la alfombra para montarte apasionadamente, hacerte mío a mi manera… pero tal vez ésta noche tú no quieras jugar rudo y desees una velada más romántica y tiernamente retorcida… así que sólo me retocaré el maquillaje y optaré por tantear de que humor te encuentras.

Durante el tiempo que me he demorado te habrás puesto cómodo quitándote el saco, aflojándote la corbata y desabrochándote algunos botones de la camisa. Estarás tomando una copa de vino y habrás servido otra para mí. Me sentaré sobre tus piernas y nos besaremos. Tal vez entonces me propongas que tomemos un baño para relajarnos… lo preparemos juntos, pondremos velas rodeando la tina que llenaremos con agua tibia, añadiremos espuma de baño pero antes discutiremos si usamos la de rosas o la de lavanda. Nos desnudaremos mutuamente y nos sumergiremos en el agua, como un niño travieso deshacerás el moño que me habré hecho y fingiré molestarme contigo cuando se me moje el cabello… me pedirás que te mime mientras nos bañamos y yo complaceré tu hambre de ternura equivocada… al inicio mis caricias serán castas, acariciaré tu espalda, jugaremos con la espuma y te veré reír con esa risa inocente que me encanta… pero tienes el cuerpo de un hombre y mis manos se perderán entre tus piernas buscando tu sexo, tu acariciarás mis pechos y nos besaremos… nuestros cuerpos reclamarán un contacto mas íntimo y profundo pero en la tina se nos hará incómodo acoplarnos como lo deseamos, será el momento de dejar el baño para ir a la cama.

Pero el envolvernos con las mullidas toallas calmará un poco la tensión y el deseo, en la cama volverás a pedirme caricias y mimos… no importará, me encanta alargar la amorosa velada contigo y satisfacer tu fantasía inocentemente pervertida porque a mi también me complace. Nos secaremos mutuamente, despacio y compartiendo más caricias y besos… una nueva discusión, ésta vez por si usamos la loción de té verde con orquídeas o de jazmín con almendras, será un delicioso intercambio de roces y caricias que compartiremos sin malicia.

Luego me acomodaré entre tus piernas dándote la espalda mientras desenredas mi cabello y te dejaré hacer sin forzarte a tener sexo… llegará el momento en el que dejarás el peine sobre la mesa de noche y me rodearás con tus brazos estrechándome amorosamente contra tu pecho, te encanta hacerme nido mientras me tarareas una canción… disfrutaré del momento, de la tibia cercanía de tu cuerpo, del aroma de la loción que penetra nuestras pieles y dejaré que sigas tu ritmo… sé que tu ternura poco a poco se convertirá en pasión y desenfreno. Y no me equivocaré… empezarás a acariciar mis hombros, besarás mi cuello… una de tus manos tomará uno de mis pechos y retorcerás suavemente mi pezón mientras que la otra se perderá entre mis piernas buscando la humedad de mi sexo.

Dejaré que tu mano juegue un poco más entre mis piernas, explorándome y causándome una marea de sensaciones, un orgasmo que dejará tus dedos mojados y me giraré para ver como te los lames… te corresponderé el placer que me has dado besándote en la boca, luego besaré tu cuello y tus hombros, acariciaré tus pectorales y tu vientre… me acomodaré entre tus piernas y albergaré tu virilidad en mi boca, no te daré tregua hasta llevarte al punto en el que casi no puedas contenerte y yo ya no pueda controlar el reclamo de mis entrañas de tenerte.

Me tumbaré en la cama para que me poseas pero tú te acomodarás entre mis piernas sin penetrarme, te inclinarás para besar mis pechos y mi vientre. En ése momento tu mirada de azul y mercurio me confunde, no sé si tu sumisa inocencia ignora mi reclamo y hace que te preocupes por darme todo el placer que puedas darme antes de satisfacerte… o es tu angelical malicia la que busca exasperarme… lamerás mi sexo hasta arrancarme otro orgasmo y me llevarás al límite hasta que te suplique con la mirada y te grite a viva voz que de una vez me hagas tuya, entonces aferrarás mis caderas e invadirás mi cuerpo con tu hombría… tu ritmo será lento, acompasado y profundo mientras rodeo tu cintura con mis piernas, solo cuando te lo exija lo volverás más rápido… y el punto culminante del placer será una explosión de destellos de argento sincronizada. Entonces, aún con el pecho agitado, te inclinarás para susurrarme una frase cariñosa al oído… me llamarás con dulzura de una manera en la que no deberías de llamarme… pero no me incomodará, todo lo contrario, me excitará y te responderé de una manera en la que no debería de llamarte y te acunaré en mi pecho hasta que te quedes dormido… y la mañana nos encontrará abrazados.

No sé si al llegar la noche quieras jugar rudo o tal vez desees una velada más romántica y tiernamente retorcida… será lo que tú desees, tendremos una noche más para que sea a mi modo. Y así divagando e imaginando como será nuestro encuentro el día de mañana me ha llegado la medianoche… olvidé ponerme los ruleros en el cabello. Me niego a aceptar que éste encuentro será una despedida pero mi decisión está tomada, no cederé a tu propuesta de volver con el que fue nuestro amo… yo ya salté el muro, correré atravesando el bosque nevado hasta que los perros de nuestro verdugo pierdan mi rastro y encontrarme a salvo con los caballeros que visten de negro.

Me consuela saber que nuestro encuentro no será por completo una despedida, la magia de sangre y los lazos que unen nuestras almas no permitirán que nos separemos… nos seguiremos encontrando en nuestros sueños, en el castillo que se levanta en el reino del invierno eterno allá en el lejano norte… además cumpliré mi promesa de visitarte mientras duermes cada lunes en la noche, sé que tú dejarás una vela encendida sobre tu mesa de noche y la ventana abierta esperando que bajo la forma de una lechuza hechicera me deslice entre tus sábanas para besarte, acariciarte y amarte… seré el súcubo de tus placenteras pesadillas como lo fui aquella primera vez que te hice mío. Y cada noche de luna llena miraré el cielo y cada vez que vea brillando a ésa pequeña estrella que acompaña a la luna pensaré en ti sabiendo que tú también estarás mirando el cielo y contemplando la luna pensando en mí.

Liliana Celeste Flores Vega – mayo 2016
Imagen: Sansa y Theon de Juego de Tronos.

sábado, 21 de mayo de 2016

Deseado por el sol y amado por la luna

Cuando te despiertes descorre las cortinas
deja que la luz del amanecer invada tu alcoba
báñate y no te seques, acércate desnudo a la ventana
cierra los ojos, aspira el fresco aroma de tu jardín
mientras que un rayo de sol acaricia con lujuria tu piel
siente el cálido beso de la mañana, la tibieza del sol
e imagina que son sus labios y sus manos
los que recorren tu piel desnuda.

Cuando te acuestes no cierres la ventana
deja que la oscuridad de la noche invada tu alcoba
desnúdate y no te avergüences, entrégate a tu cama
cierra los ojos, aspira el penetrante aroma del incienso
mientras que un rayo de luna se desliza furtivamente entre las sábanas
siente el gélido beso de la noche, la frialdad de la luna
e imagina que son mis labios y mis manos
los que recorren tu cuerpo.

Desde el amanecer hasta la medianoche
sentirás que eres deseado por el sol y amado por la luna
para él estrella de la mañana, para mí lucero de la tarde
y para ambos nuestro dulce ángel de la música.


Liliana Celeste Flores Vega – mayo 2016

miércoles, 18 de mayo de 2016

Luciérnaga

Hemos llegado al punto en el que debemos de admitir que estamos quebrados pero yo no puedo seguir siendo fuerte por ambos. Conozco el dolor que se esconde detrás de tu sonrisa y te he ofrecido mi pecho para que llores en silencio pero ahora necesito a un hombre luchando a mi lado… ¿Puedes remendar tus huesos rotos?

Soy una rosa invernal y el sol me consume, no me quedaré inmóvil en el desierto mientras se calcinan mis pétalos hasta que sólo quede de mí un puñado de cenizas. El cuervo negro ha graznado tres veces, el hechizo se ha roto y la oscuridad me llama… ¿Puedes aprender a ver en la negrura de la noche?

Soy una libélula navegando en un rayo de luna, el cielo nocturno es mío... ¿Puedes moverte y brillar como una luciérnaga?... si es así, vuela conmigo… si no, te dejaré en el camino.

Liliana Celeste Flores Vega - mayo 2016
Imagen e inspiración: Matt Goss - Firefly 


martes, 17 de mayo de 2016

Corazón de invierno

Debo arrancarme el corazón pero no tengo las fuerzas para hacerlo de cuajo. Me haré un tajo en el pecho y dejaré que el invierno entre en la herida abierta… y cuando mi corazón esté congelado lo quebraré y me quitaré uno a uno los pedazos.

Liliana Celeste Flores Vega - mayo 2016
Imagen: Google