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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Sueño con el abuelo de Miguel

Sueño con el abuelo de Miguel
Julio del 2007

Soñé que me convertí en un hada winx pero pequeñita, del tamaño de una libélula y me fui a chismear que estaba haciendo Miguel. Llegué a la aldehuela perdida de 16 habitantes donde vive Miguel... hacía mucho sol, Miguel estaba con un short de jean bañando a manguerazos a un perro grande de color blanco, el perro corría y Miguel lo perseguía para enjabonarlo.

Entonces en eso Miguel miró donde estaba yo volando misma bicho y me dijo con esa sonrisa tan adorable que tiene: Ya te vi. Yo le dije mentalmente: Vamos a pasear. Él me respondió: Lo siento pero tengo mil cosas que hacer, hoy viene un grupo a acampar. Yo le insistí y bla bla... a las finales me dijo que lo esperara un momento y entró a su casa.

Yo tomé mi forma humana. Luego salió Miguel, con un pantalón de jean, un polo sin mangas y zapatillas, me dijo: Vamos a la Costa de la Muerte, pero necesitas zapatos. Entonces me di cuenta de que estaba con un vestido azul veraniego pero sin zapatos. Miguel me llevó al hórreo pero en lugar de haber granos almacenados parecía un gabinete de brujo, allí estaba un viejito leyendo un libro antiguo. Miguel me dijo que el señor era su abuelo.

Miguel le dijo a su abuelo que nos íbamos a pasear a la Costa de la Muerte pero que yo necesitaba zapatos, su abuelo buscó en un baúl y me dio un par de botas de piel color marrón... yo me puse las botas, al menos era mejor que andar descalza por los acantilados. Luego el abuelo sacó un abrigo de lana y una capa con borde de piel y Miguel me los puso... y yo con mi cara de plop.

Después el abuelo sacó de un baúl mas pequeño varios collares artesanales y se los dio a Miguel quien me los puso murmurando no sé que cosas en gallego (no me acuerdo, entiendo un poco de gallego pero no tanto, aunque estoy segura de que eran encantamientos). Y a las finales terminé vestida como si me fuera a Siberia y con un montón de collares raros.


De allí estaba yo diciéndole a Miguel que vestida así me iba a morir de calor pero él me insistía en que tenía que ir así precisamente para protegerme del sol... entonces mi madre me despertó porque llamaron por teléfono.

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