in girum imus nocte et consumimur igni

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sábado, 25 de noviembre de 2017

Sueños con la leprosa

La leprosa
10 de junio del 2009

Soñé con la leprosa. Se preguntarán quien es la leprosa, les cuento:

Mi cuñado me contó que cuando José Alejandro tenía entre 14 y 16 años todas las madrugadas se despertaba gritando: ¡La leprosa quiere tocarme!. Siempre era la misma historia que él estaba dormido tranquilamente cuando sentía que algo subía reptando por los pies de la cama metiéndose por debajo de la cobija y empezaba a tocarlo desde las piernas hasta ya se imaginan donde… entonces él abría los ojos, apartaba la cobija y se daba con el espanto de que era una mujer horrible andrajosa y leprosa. A mi no me quedó claro si la leprosa era una pesadilla, una alucinación o una manifestación verdadera de un ser del limbo. Mi cuñado cree que era una pesadilla (textualmente: Porque el imbécil de mi hermano no podía tener sueños húmedos normales como cualquier adolescente, tenía que soñar que una leprosa lo acosaba y me despertaba con sus gritos). Yo opinaba que era una alucinación pero anoche soñé con la leprosa... bueno, menos mal que a mi no me acosó.

Soñé que estaba con Carmen y Mele comprando en el centro de Lima, yo estaba con mi panza de embarazo. Yo estaba buscando telas bonitas para hacerme un vestido, Carmen y Mele buscaban pierrots. Entonces llegamos a una galería y una chica de una tienda de pasamanería nos dijo que en el sótano vendían antigüedades y cosas muy bonitas. Bajamos, el sótano era lúgubre y sucio pero estaba repleto de cosas antiguas muy bonitas aunque todas llenas de polvo y telarañas... había sillones coloniales, mesitas primorosas con adornitos de porcelana preciosos, joyeros, cajitas musicales, cuadros, etc. Y en una silla estaba sentado un muñeco de porcelana hermoso, era del tamaño natural de un niño de 12 años y estaba vestido de pierrot... Carmen y Mele empezaron casi a delirar.

Preguntamos quien atendía, entonces de un rincón oscuro salió arrastrándose una mujer... era espantosa. Tendría unos 35 años, estaba vestida con andrajos, tenía los dientes podridos, unos mechones de cabello como  Gollum, la piel se le caía a pedazos y un ojo le colgaba... tuvimos que hacer un esfuerzo para no salir corriendo.

Mele le preguntó cuanto costaba el muñeco, la mujer dijo que no estaba a la venta por dinero pero que lo podía dar por trueque. Entonces Carmen le preguntó que quería a cambio pero la mujer me miró a mí y me dijo: Quiero que tú me permitas pasar una noche con tu esposo. Yo me quedé plop y le pregunté: Mi esposo ¿Te refieres a José Alejandro?. Ella asintió. Carmen y Mele me miraron suplicantes, entonces yo le respondí: Por mi no hay problema pero no sé si él acepte.

Luego el sueño giró. Estaba en el Hueco José Alejandro y le decía: No seas malo, no tienes que follar con ella, solo quiere pasar una noche contigo. Y él todo traumado me respondía: ¡Nooo... yo no quiero volver a ver a la leprosa... iggghhh!

Me desperté riéndome pero luego me acordé que mi cuñado me había contado sobre la leprosa que acosaba a José Alejandro, ahora estoy intrigada si fue un sueño o si de verdad la leprosa es un ser habitante del limbo como la bruja del pantano.



Conversé con Lucita por msn sobre la leprosa. La leprosa acosa a José Alejandro desde que él tenía 14 años, pero a los 20 aprendió a hacer escudos protectores contra espectros del limbo, así que hace años que ella no ha podido verlo... tiene que haberlo conocido en una vida pasada.

Lucita me dijo que si la leprosa lo acosaba podía ser porque habían sido enamorados en una vida pasada. Entonces yo elaboré la teoría que tal vez se conocieron en una vida pasada en la época en la que la lepra era una enfermedad común, fueron novios pero que él tuvo que viajar y cuando regresó le dijeron que su novia había muerto pero que en realidad ella estaba leprosa en un leprosorio, él hizo su vida y ella murió esperando que él regresara a buscarla. Pero la teoría se me cayó porque analizándolo con lógica (analizando con lógica la pastrulada de la leprosa acosadora) aunque en aquella vida pasada ella hubiera muerto de lepra eso no explicaba que ahora fuera un fantasma leproso.

Ella es un alma leprosa, por lo tanto tuvo que enfermarse de lepra en el limbo o tal vez su lepra se deba a una maldición. Obviamente estando tan enferma no puede tomar un contexto carnático, es decir, encarnar. Tal vez no acosaba a José Alejandro como él pensó cuando era adolescente sino que lo conoce de una vida pasada y se le aparecía para que él la reconociera y la ayudara.

Esta noche voy a averiguar quien es la leprosa, como conoció a José Alejandro y si podemos ayudarla. Me ha dado mucha lástima, es una fantasma errante y leprosa que vaga en el limbo por los siglos de los siglos... pobrecita.



11 de junio del 2009

Y anoche fui a hablar con la susodicha leprosa. Fui a buscarla en el sótano de la galería, la encontré limpiando varios adornitos. Le pregunté quien era, cómo, cuándo y dónde ella había conocido a José Alejandro y cómo se enfermó de lepra. Me contó su historia:

Se llama Reb, es una amarilla joven (digo joven porque como alma sólo es un poco mayor que yo, en humano digamos que yo tengo 32 y ella 36). Ella era esclava de Raticulino y trabajaba en las mazmorras encargándose de alimentar a los prisioneros. Conoció a José Alejandro hace mucho tiempo, una de las veces en la que él fue capturado por Raticulino y lo llevaron a una mazmorra del astral amarillo (toda ésta historia sucedió en el astral, entiéndase en el lapso que pasa entre una y otra vida carnática). Ella se enamoró de él y quiso ayudarlo a escapar, robó las llaves de la prisión y huyó con él pero los atraparon. Luego a él lo llevaron a la torre y a ella a una mazmorra donde la torturaron porque Raticulino pensaba que ella lo había ayudado a escapar porque estaba aliada con los azules, fue allí donde se enfermó de la lepra.

Después de mucho tiempo ella logró escapar, le pidió refugio a la bruja del pantano, indagó que había sucedido con él y se enteró que hace bastante tiempo que “el león alado” lo había rescatado de la torre y que estaba bien viviendo encarnado en Gaia. Entonces ella se sintió muy mal, triste y a la vez furiosa porque él estando libre no había intentado rescatarla sabiendo que ella estaba siendo torturada en la mazmorra por haber intentado ayudarlo. Su lepra estaba tan avanzada que no le permitía encarnar y además era una fugitiva, entonces la bruja del pantano le enseñó a “fastamear” y ella empezó a acosarlo cuando él era adolescente.

Me confesó que en un principio sus intenciones en aquellas épocas eran de asustarlo y reclamarle porque él nunca la había buscado ni intentado rescatarla pero luego le ganó el amor y solo quería estar con él… por eso se le aparecía cuando estaba durmiendo pero él cada vez que la veía gritaba y se traumaba (nota mía: pero si estabas toda leprosa, con los dientes podridos y un ojo que te colgaba... como que no estabas muy guapa que digamos)

Ella siguió acosándolo y él empezó a buscar libros de magia hasta que aprendió a hacer escudos para que ella no pudiera acercársele. Ella se sintió muy triste y decidió buscar al guerrero que llamaban “el león alado” pensando que era un amigo de él pero la bruja del pantano le explicó que no era un guerrero sino un “ser fusión quimera” que hacen Lilithu y Leux (nota mía: algunos shamanes podemos hacer fusiones quimera de nuestras formas tótems en el astral y es cierto que una vez Juan Daniel y yo rescatamos a José Alejandro de una torre prisión del astral amarillo, pero eso fue hace mucho tiempo)

Luego ella empezó a espiar lo que él hacía en el astral y me vio muchas veces con él (nota mía: yo recuerdo que cuando soñaba con José Alejandro antes de conocerlo y lo confundía con Thanatos a veces percibía una presencia que nos espiaba y en algunas ocasiones hasta había llegado a ver a un ser envuelto en andrajos pero creía que era uno de los tantos seres del limbo). Entonces ella comprendió que él me amaba, se resignó, se refugió en los pantanos y no volvió a molestarlo... y que lo único que deseaba ahora era verlo por última vez, que él la reconozca y despedirse pero sin que él grite ni se traume.

Me dio mucha pena la historia de la leprosa. Entonces fui al Hueco y le expliqué a José Alejandro quien era la susodicha leprosa que lo había acosado cuando era adolescente, él me dijo que si recordaba a Reb pero que leprosa no la había reconocido. Le pregunté porque cuando Juan Daniel y yo lo rescatamos de la torre no nos dijo para que también la rescatáramos a ella y me respondió que se le olvidó.

Le dije que aceptara pasar una noche con la leprosa pero él no quiso, insistí diciéndole que ella no quería follar con él, sólo verlo para que él la reconociera y despedirse (y que también lo hiciera para que ella nos diera el lindo muñeco pierrot que se vería muy bonito en el restaurante museo pierrotesco de Carmen y Mele), que no sea malo y además se lo debía por haberla dejado olvidada en las mazmorras. Yo pensaba ayudarla llevándola con el Dr Beppo para que intentara curarla después de que ella se despidiera de José Alejandro.

Pero José Alejandro me dijo que no confiaba en ella porque era amarilla y había sido esclava de Raticulino, que no sea tonta y me diera cuenta que ella no tenía buenas intenciones. Le dije que recordara que ella había intentado ayudarlo porque estaba enamorada de él pero me respondió que entonces tenía mas motivos para no verla porque seguramente ahora ella estaba resentida y lo odiaba, que no me dejara conmover por su drama y me diera cuenta que si un guerrero no puede escapar sin ayuda de las mazmorras del astral amarillo, menos una mujer leprosa débil y enferma y que por eso él sospechaba que Raticulino había hecho un trato con ella y la dejó libre para que ella lo buscara y le hiciera daño, que cuando lo acosaba siempre había percibido que ella era una entidad maligna.

Le dije que si ella tuviera intenciones de lastimarlo lo hubiera hecho cuando era un adolescente que no sabía nada de magia y no estaba reconocido como shaman. Entonces él me respondió que podía ser cierto que como ella estaba enamorada de él cuando era un adolescente indefenso le ganaba el sentimiento y no podía cumplir con la orden de lastimarlo que le había dado Raticulino pero después de vernos juntos y más ahora que es mi esposo sin duda ella quería vengarse (nota mía: vengarse porque seguro cuando él estaba en la mazmorra y se dio cuenta que ella se había enamorado la convenció para que le ayudara a escapar prometiéndole que se quedaría con ella pero planeaba dejarla botada por allí... el plan le falló porque los atraparon y lo llevaron a la torre, por eso no nos contó a Juan Daniel y a mi para que la rescatáramos)

Pero él insistió diciéndome que como yo soy tan romántica e inocente (en realidad me dijo que era babosa cursi) ella pretende engatusarme con su cuento de verlo por última vez para despedirse pero con el siniestro propósito que yo rompa los escudos que impiden que ella pueda acercársele y matarlo por orden de Raticulino.

Y me lo dijo tan serio que me lo creí. Condenada leprosa que quiere hacerme pisar el palito para matar a José Alejandro… admito que tal vez él se aprovechó de ella y la engañó prometiéndole algo que no pensaba cumplir y que su deseo de venganza es justo pero... yo no voy a permitir que le hagan daño... desgraciada, que se la coman los gusanos.



14 de junio del 2009

Seguimos con el asunto de la leprosa. Yo estaba segura que José Alejandro se había aprovechado de ella, por eso por un lado me daba pena y quería ayudarla… pero por otro lado su escape de la mazmorra se prestaba a suspicacias y no podía arriesgarme a que ella le hiciera daño (aunque él se lo mereciera). Entonces se me ocurrió someterla a una prueba para descubrir sus verdaderas intenciones, anoche fui con dos einherjers a buscarla a su sótano tienda, la encontré limpiando sus adornitos como la otra vez. Ella me dijo que estaba esperándome (la vez anterior yo había quedado en darle una repuesta a su pedido) entonces yo le dije que José Alejandro había aceptado pasar una noche con ella y que precisamente venía para llevarla a la Mansión de las Ánimas en donde él estaba esperándola.

Fuimos a la Mansión de las Ánimas. Le dije que José Alejandro estaba durmiendo en una de las habitaciones pero era Thanatos haciéndose pasar por él, que podía pasar a verlo pero conmigo, que yo me quedaría sentadita y calladita en un sillón, que ella podía hablar con él de todo lo que quisiera pero bajo mi vigilancia (hasta le puse cara de celosa)... me di cuenta que ella dudó, eso aumentó las sospechas que ya tenía.

Luego ella me dijo que pensándolo bien con una hora era más que suficiente y que sinceramente primero quería verlo un rato mientras él estaba dormido y luego despertarlo para decirle en su cara todo lo que tenía guardado en su corazón, reclamarle por haberse aprovechado de ella y gritarle que era un desgraciado... que necesitaba hacer eso para poder sentirse bien, que como mujer seguro yo comprendía sus sentimientos y que conmigo en la habitación no iba a poder descargar a gusto todo el rencor, odio y dolor que sentía... que no me preocupara porque ella no pensaba agredirlo y que aunque quisiera hacerlo era imposible que una mujer como ella pudiera lastimar a un hombre que además es un shaman.

Me hice como que no me gustaba el asunto pero era lo que esperaba, a las finales quedamos que ella podía pasar sola a verlo pero que yo me iba a quedar escuchando detrás de la puerta. Y dejé que la leprosa entrara a la habitación donde estaba Thanatos haciéndose el dormido... pegué la oreja a la puerta, primero todo fue silencio... luego escuché un grito de ella y Thanatos diciéndole: ¡Desgraciada, ya sospechábamos que planeabas algo asi!

Entré a la habitación. Thanatos estaba de pie sosteniendo con desconfianza una bolsita de cuero y ella estaba agazapada en el suelo temblando, luego Thanatos dio orden a los dos einherjers que se la llevaran para interrogarla.

Thanatos dijo que ella entró a la habitación y se quedó mirándolo un rato, luego se acercó a él, sacó ésa bolsita y quiso echársela en la cara... entonces él se la quitó. Celesta analizó el contenido de la susodicha bolsita y era un polvillo ceniciento hecho con una mixtura de plantas venenosas del pantano, inofensivas para los inmortales pero muy dañinas para las almas.

Interrogamos a la leprosa. Finalmente nos confesó que ella se había escapado una vez que unas amazonas forzaron la mazmorra para rescatar a una guerrera roja, una de las amazonas rompió las puertas de varias prisiones y ella aprovechó para huir, llegó hasta el limbo y la bruja del pantano le dio refugio... juró que no estaba aliada con el Raticulino, que el contenido de ésa bolsita lo había preparado ella misma.

Yo le dije que comprendía su deseo de venganza pero que atentar contra la vida del shaman de Thanatos era un crimen muy grave. Ella me respondió: Yo no quería matarlo, éste polvo es una mixtura de esporas de plantas del pantano, no producen algo tan grave como la lepra pero si una enfermedad a la piel con rebote en el cuerpo físico, sólo quería que él sufriera lo que yo sufro, que se enfermara y tú lo rechazaras, que él supiera lo que se siente que la persona que amas te mire con asco, ésas esporas no iban a dañar al señor Thanatos.

Nos dio pena pero con esas intenciones no podíamos dejarla libre, así que decidimos llevarla a una prisión preventiva (las del astral azul son bonitas, parecen casas de reposo y allí la van a cuidar pero estará vigilada) pero antes la enviamos al hospital del Dr Beppo para que tratara de curarla o por lo menos evite que se siga agusanando.

Después fui al Hueco, le conté a José Alejandro todo lo que había sucedido con la leprosa y que yo ya sabía que él era un desgraciado que se había aprovechado de ella. Entonces él me dijo que admitía que se había aprovechado un poco de ella pero que no era un desgraciado, me explicó que cuando él estaba en la mazmorra los esbirros lo torturaban y además Raticulino lo atormentaba psicológicamente y le mostraba imágenes en las que yo estaba con Juan Daniel… entonces él se desesperó por escapar, que había notado que Reb estaba enamorada de él y le dijo que si ella lo ayudaba a huir la llevaría a un lugar donde ella sería feliz (ella era esclava así que los esbirros también la maltrataban mucho) pero que nunca le prometió que él estaría con ella, que pensaba traerla al astral azul para dejarla bajo la protección de Killa... pero que las cosas no salieron como las planeó y los atraparon.

Entonces yo le dije que allí estaba su metida de pata, que cuando Juan Daniel y yo lo rescatamos de la torre debió de decirnos que una tal Reb que lo había ayudado estaba en la mazmorra para que la rescatemos también, que nosotros la hubiéramos llevado con Killa y aunque de hecho al principio ella hubiera estado tristona y decepcionada con el tiempo lo habría superado y tal vez ahora estaría muy feliz emparejada con un guerrero mochica con un varayoc poderoso.

José Alejandro me respondió: Si, lo reconozco mi error pero recuerda que cuando me rescataron yo estaba muy mal por las torturas a las que me sometieron, tú estabas enamorada de Juan Daniel, me cuidabas con cariño pero él te gustaba y eso me hacía sufrir mucho... luego tuvimos problemas con el rey escorpión y... bla bla.. Entonces yo le dije: Está bien, pero vas a ir conmigo al hospital del Dr Beppo, le pedirás disculpas a la leprosa y si ella te insulta y te dice que eres un insecto desgraciado te aguantarás calladito y cabizbajo todo lo que ella tenga que decirte.

Cuando a la leprosa le hayan limpiado los gusanos y esté mas presentable (al menos con vendas al estilo momia) voy a llevarlo al hospital para que se disculpe con ella.



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