La leprosa
10 de junio del 2009
Soñé con la leprosa. Se preguntarán quien es la leprosa, les
cuento:
Mi cuñado me contó que cuando José Alejandro tenía entre 14
y 16 años todas las madrugadas se despertaba gritando: ¡La leprosa quiere
tocarme!. Siempre era la misma historia que él estaba dormido tranquilamente
cuando sentía que algo subía reptando por los pies de la cama metiéndose por
debajo de la cobija y empezaba a tocarlo desde las piernas hasta ya se imaginan
donde… entonces él abría los ojos, apartaba la cobija y se daba con el espanto
de que era una mujer horrible andrajosa y leprosa. A mi no me quedó claro si la
leprosa era una pesadilla, una alucinación o una manifestación verdadera de un
ser del limbo. Mi cuñado cree que era una pesadilla (textualmente: Porque el
imbécil de mi hermano no podía tener sueños húmedos normales como cualquier
adolescente, tenía que soñar que una leprosa lo acosaba y me despertaba con sus
gritos). Yo opinaba que era una alucinación pero anoche soñé con la leprosa...
bueno, menos mal que a mi no me acosó.
Soñé que estaba con Carmen y Mele comprando en el centro de
Lima, yo estaba con mi panza de embarazo. Yo estaba buscando telas bonitas para
hacerme un vestido, Carmen y Mele buscaban pierrots. Entonces llegamos a una
galería y una chica de una tienda de pasamanería nos dijo que en el sótano
vendían antigüedades y cosas muy bonitas. Bajamos, el sótano era lúgubre y
sucio pero estaba repleto de cosas antiguas muy bonitas aunque todas llenas de
polvo y telarañas... había sillones coloniales, mesitas primorosas con
adornitos de porcelana preciosos, joyeros, cajitas musicales, cuadros, etc. Y
en una silla estaba sentado un muñeco de porcelana hermoso, era del tamaño
natural de un niño de 12 años y estaba vestido de pierrot... Carmen y Mele
empezaron casi a delirar.
Preguntamos quien atendía, entonces de un rincón oscuro
salió arrastrándose una mujer... era espantosa. Tendría unos 35 años, estaba
vestida con andrajos, tenía los dientes podridos, unos mechones de cabello
como Gollum, la piel se le caía a
pedazos y un ojo le colgaba... tuvimos que hacer un esfuerzo para no salir
corriendo.
Mele le preguntó cuanto costaba el muñeco, la mujer dijo que
no estaba a la venta por dinero pero que lo podía dar por trueque. Entonces
Carmen le preguntó que quería a cambio pero la mujer me miró a mí y me dijo:
Quiero que tú me permitas pasar una noche con tu esposo. Yo me quedé plop y le
pregunté: Mi esposo ¿Te refieres a José Alejandro?. Ella asintió. Carmen y Mele
me miraron suplicantes, entonces yo le respondí: Por mi no hay problema pero no
sé si él acepte.
Luego el sueño giró. Estaba en el Hueco José Alejandro y le
decía: No seas malo, no tienes que follar con ella, solo quiere pasar una noche
contigo. Y él todo traumado me respondía: ¡Nooo... yo no quiero volver a ver a
la leprosa... iggghhh!
Me desperté riéndome pero luego me acordé que mi cuñado me
había contado sobre la leprosa que acosaba a José Alejandro, ahora estoy
intrigada si fue un sueño o si de verdad la leprosa es un ser habitante del
limbo como la bruja del pantano.
Conversé con Lucita por msn sobre la leprosa. La leprosa
acosa a José Alejandro desde que él tenía 14 años, pero a los 20 aprendió a
hacer escudos protectores contra espectros del limbo, así que hace años que
ella no ha podido verlo... tiene que haberlo conocido en una vida pasada.
Lucita me dijo que si la leprosa lo acosaba podía ser porque
habían sido enamorados en una vida pasada. Entonces yo elaboré la teoría que
tal vez se conocieron en una vida pasada en la época en la que la lepra era una
enfermedad común, fueron novios pero que él tuvo que viajar y cuando regresó le
dijeron que su novia había muerto pero que en realidad ella estaba leprosa en
un leprosorio, él hizo su vida y ella murió esperando que él regresara a
buscarla. Pero la teoría se me cayó porque analizándolo con lógica (analizando
con lógica la pastrulada de la leprosa acosadora) aunque en aquella vida pasada
ella hubiera muerto de lepra eso no explicaba que ahora fuera un fantasma
leproso.
Ella es un alma leprosa, por lo tanto tuvo que enfermarse de
lepra en el limbo o tal vez su lepra se deba a una maldición. Obviamente
estando tan enferma no puede tomar un contexto carnático, es decir, encarnar.
Tal vez no acosaba a José Alejandro como él pensó cuando era adolescente sino
que lo conoce de una vida pasada y se le aparecía para que él la reconociera y
la ayudara.
Esta noche voy a averiguar quien es la leprosa, como conoció
a José Alejandro y si podemos ayudarla. Me ha dado mucha lástima, es una
fantasma errante y leprosa que vaga en el limbo por los siglos de los siglos...
pobrecita.
11 de junio del 2009
Y anoche fui a hablar con la susodicha leprosa. Fui a
buscarla en el sótano de la galería, la encontré limpiando varios adornitos. Le
pregunté quien era, cómo, cuándo y dónde ella había conocido a José Alejandro y
cómo se enfermó de lepra. Me contó su historia:
Se llama Reb, es una amarilla joven (digo joven porque como
alma sólo es un poco mayor que yo, en humano digamos que yo tengo 32 y ella
36). Ella era esclava de Raticulino y trabajaba en las mazmorras encargándose
de alimentar a los prisioneros. Conoció a José Alejandro hace mucho tiempo, una
de las veces en la que él fue capturado por Raticulino y lo llevaron a una mazmorra
del astral amarillo (toda ésta historia sucedió en el astral, entiéndase en el
lapso que pasa entre una y otra vida carnática). Ella se enamoró de él y quiso
ayudarlo a escapar, robó las llaves de la prisión y huyó con él pero los
atraparon. Luego a él lo llevaron a la torre y a ella a una mazmorra donde la
torturaron porque Raticulino pensaba que ella lo había ayudado a escapar porque
estaba aliada con los azules, fue allí donde se enfermó de la lepra.
Después de mucho tiempo ella logró escapar, le pidió refugio
a la bruja del pantano, indagó que había sucedido con él y se enteró que hace
bastante tiempo que “el león alado” lo había rescatado de la torre y que estaba
bien viviendo encarnado en Gaia. Entonces ella se sintió muy mal, triste y a la
vez furiosa porque él estando libre no había intentado rescatarla sabiendo que
ella estaba siendo torturada en la mazmorra por haber intentado ayudarlo. Su
lepra estaba tan avanzada que no le permitía encarnar y además era una
fugitiva, entonces la bruja del pantano le enseñó a “fastamear” y ella empezó a
acosarlo cuando él era adolescente.
Me confesó que en un principio sus intenciones en aquellas
épocas eran de asustarlo y reclamarle porque él nunca la había buscado ni
intentado rescatarla pero luego le ganó el amor y solo quería estar con él… por
eso se le aparecía cuando estaba durmiendo pero él cada vez que la veía gritaba
y se traumaba (nota mía: pero si estabas toda leprosa, con los dientes podridos
y un ojo que te colgaba... como que no estabas muy guapa que digamos)
Ella siguió acosándolo y él empezó a buscar libros de magia
hasta que aprendió a hacer escudos para que ella no pudiera acercársele. Ella
se sintió muy triste y decidió buscar al guerrero que llamaban “el león alado”
pensando que era un amigo de él pero la bruja del pantano le explicó que no era
un guerrero sino un “ser fusión quimera” que hacen Lilithu y Leux (nota mía:
algunos shamanes podemos hacer fusiones quimera de nuestras formas tótems en el
astral y es cierto que una vez Juan Daniel y yo rescatamos a José Alejandro de
una torre prisión del astral amarillo, pero eso fue hace mucho tiempo)
Luego ella empezó a espiar lo que él hacía en el astral y me
vio muchas veces con él (nota mía: yo recuerdo que cuando soñaba con José
Alejandro antes de conocerlo y lo confundía con Thanatos a veces percibía una
presencia que nos espiaba y en algunas ocasiones hasta había llegado a ver a un
ser envuelto en andrajos pero creía que era uno de los tantos seres del limbo).
Entonces ella comprendió que él me amaba, se resignó, se refugió en los
pantanos y no volvió a molestarlo... y que lo único que deseaba ahora era verlo
por última vez, que él la reconozca y despedirse pero sin que él grite ni se
traume.
Me dio mucha pena la historia de la leprosa. Entonces fui al
Hueco y le expliqué a José Alejandro quien era la susodicha leprosa que lo
había acosado cuando era adolescente, él me dijo que si recordaba a Reb pero
que leprosa no la había reconocido. Le pregunté porque cuando Juan Daniel y yo
lo rescatamos de la torre no nos dijo para que también la rescatáramos a ella y
me respondió que se le olvidó.
Le dije que aceptara pasar una noche con la leprosa pero él
no quiso, insistí diciéndole que ella no quería follar con él, sólo verlo para
que él la reconociera y despedirse (y que también lo hiciera para que ella nos
diera el lindo muñeco pierrot que se vería muy bonito en el restaurante museo
pierrotesco de Carmen y Mele), que no sea malo y además se lo debía por haberla
dejado olvidada en las mazmorras. Yo pensaba ayudarla llevándola con el Dr
Beppo para que intentara curarla después de que ella se despidiera de José
Alejandro.
Pero José Alejandro me dijo que no confiaba en ella porque
era amarilla y había sido esclava de Raticulino, que no sea tonta y me diera
cuenta que ella no tenía buenas intenciones. Le dije que recordara que ella
había intentado ayudarlo porque estaba enamorada de él pero me respondió que
entonces tenía mas motivos para no verla porque seguramente ahora ella estaba
resentida y lo odiaba, que no me dejara conmover por su drama y me diera cuenta
que si un guerrero no puede escapar sin ayuda de las mazmorras del astral
amarillo, menos una mujer leprosa débil y enferma y que por eso él sospechaba
que Raticulino había hecho un trato con ella y la dejó libre para que ella lo
buscara y le hiciera daño, que cuando lo acosaba siempre había percibido que
ella era una entidad maligna.
Le dije que si ella tuviera intenciones de lastimarlo lo
hubiera hecho cuando era un adolescente que no sabía nada de magia y no estaba
reconocido como shaman. Entonces él me respondió que podía ser cierto que como
ella estaba enamorada de él cuando era un adolescente indefenso le ganaba el
sentimiento y no podía cumplir con la orden de lastimarlo que le había dado
Raticulino pero después de vernos juntos y más ahora que es mi esposo sin duda
ella quería vengarse (nota mía: vengarse porque seguro cuando él estaba en la
mazmorra y se dio cuenta que ella se había enamorado la convenció para que le
ayudara a escapar prometiéndole que se quedaría con ella pero planeaba dejarla
botada por allí... el plan le falló porque los atraparon y lo llevaron a la
torre, por eso no nos contó a Juan Daniel y a mi para que la rescatáramos)
Pero él insistió diciéndome que como yo soy tan romántica e
inocente (en realidad me dijo que era babosa cursi) ella pretende engatusarme
con su cuento de verlo por última vez para despedirse pero con el siniestro
propósito que yo rompa los escudos que impiden que ella pueda acercársele y
matarlo por orden de Raticulino.
Y me lo dijo tan serio que me lo creí. Condenada leprosa que
quiere hacerme pisar el palito para matar a José Alejandro… admito que tal vez
él se aprovechó de ella y la engañó prometiéndole algo que no pensaba cumplir y
que su deseo de venganza es justo pero... yo no voy a permitir que le hagan
daño... desgraciada, que se la coman los gusanos.
14 de junio del 2009
Seguimos con el asunto de la leprosa. Yo estaba segura que
José Alejandro se había aprovechado de ella, por eso por un lado me daba pena y
quería ayudarla… pero por otro lado su escape de la mazmorra se prestaba a
suspicacias y no podía arriesgarme a que ella le hiciera daño (aunque él se lo
mereciera). Entonces se me ocurrió someterla a una prueba para descubrir sus verdaderas
intenciones, anoche fui con dos einherjers a buscarla a su sótano tienda, la
encontré limpiando sus adornitos como la otra vez. Ella me dijo que estaba
esperándome (la vez anterior yo había quedado en darle una repuesta a su
pedido) entonces yo le dije que José Alejandro había aceptado pasar una noche
con ella y que precisamente venía para llevarla a la Mansión de las Ánimas en
donde él estaba esperándola.
Fuimos a la Mansión de las Ánimas. Le dije que José
Alejandro estaba durmiendo en una de las habitaciones pero era Thanatos
haciéndose pasar por él, que podía pasar a verlo pero conmigo, que yo me
quedaría sentadita y calladita en un sillón, que ella podía hablar con él de
todo lo que quisiera pero bajo mi vigilancia (hasta le puse cara de celosa)...
me di cuenta que ella dudó, eso aumentó las sospechas que ya tenía.
Luego ella me dijo que pensándolo bien con una hora era más
que suficiente y que sinceramente primero quería verlo un rato mientras él
estaba dormido y luego despertarlo para decirle en su cara todo lo que tenía
guardado en su corazón, reclamarle por haberse aprovechado de ella y gritarle
que era un desgraciado... que necesitaba hacer eso para poder sentirse bien,
que como mujer seguro yo comprendía sus sentimientos y que conmigo en la
habitación no iba a poder descargar a gusto todo el rencor, odio y dolor que
sentía... que no me preocupara porque ella no pensaba agredirlo y que aunque
quisiera hacerlo era imposible que una mujer como ella pudiera lastimar a un
hombre que además es un shaman.
Me hice como que no me gustaba el asunto pero era lo que
esperaba, a las finales quedamos que ella podía pasar sola a verlo pero que yo
me iba a quedar escuchando detrás de la puerta. Y dejé que la leprosa entrara a
la habitación donde estaba Thanatos haciéndose el dormido... pegué la oreja a
la puerta, primero todo fue silencio... luego escuché un grito de ella y
Thanatos diciéndole: ¡Desgraciada, ya sospechábamos que planeabas algo asi!
Entré a la habitación. Thanatos estaba de pie sosteniendo con
desconfianza una bolsita de cuero y ella estaba agazapada en el suelo
temblando, luego Thanatos dio orden a los dos einherjers que se la llevaran
para interrogarla.
Thanatos dijo que ella entró a la habitación y se quedó
mirándolo un rato, luego se acercó a él, sacó ésa bolsita y quiso echársela en
la cara... entonces él se la quitó. Celesta analizó el contenido de la
susodicha bolsita y era un polvillo ceniciento hecho con una mixtura de plantas
venenosas del pantano, inofensivas para los inmortales pero muy dañinas para
las almas.
Interrogamos a la leprosa. Finalmente nos confesó que ella
se había escapado una vez que unas amazonas forzaron la mazmorra para rescatar
a una guerrera roja, una de las amazonas rompió las puertas de varias prisiones
y ella aprovechó para huir, llegó hasta el limbo y la bruja del pantano le dio
refugio... juró que no estaba aliada con el Raticulino, que el contenido de ésa
bolsita lo había preparado ella misma.
Yo le dije que comprendía su deseo de venganza pero que
atentar contra la vida del shaman de Thanatos era un crimen muy grave. Ella me
respondió: Yo no quería matarlo, éste polvo es una mixtura de esporas de
plantas del pantano, no producen algo tan grave como la lepra pero si una
enfermedad a la piel con rebote en el cuerpo físico, sólo quería que él
sufriera lo que yo sufro, que se enfermara y tú lo rechazaras, que él supiera
lo que se siente que la persona que amas te mire con asco, ésas esporas no iban
a dañar al señor Thanatos.
Nos dio pena pero con esas intenciones no podíamos dejarla
libre, así que decidimos llevarla a una prisión preventiva (las del astral azul
son bonitas, parecen casas de reposo y allí la van a cuidar pero estará
vigilada) pero antes la enviamos al hospital del Dr Beppo para que tratara de curarla
o por lo menos evite que se siga agusanando.
Después fui al Hueco, le conté a José Alejandro todo lo que
había sucedido con la leprosa y que yo ya sabía que él era un desgraciado que
se había aprovechado de ella. Entonces él me dijo que admitía que se había
aprovechado un poco de ella pero que no era un desgraciado, me explicó que
cuando él estaba en la mazmorra los esbirros lo torturaban y además Raticulino
lo atormentaba psicológicamente y le mostraba imágenes en las que yo estaba con
Juan Daniel… entonces él se desesperó por escapar, que había notado que Reb
estaba enamorada de él y le dijo que si ella lo ayudaba a huir la llevaría a un
lugar donde ella sería feliz (ella era esclava así que los esbirros también la
maltrataban mucho) pero que nunca le prometió que él estaría con ella, que
pensaba traerla al astral azul para dejarla bajo la protección de Killa... pero
que las cosas no salieron como las planeó y los atraparon.
Entonces yo le dije que allí estaba su metida de pata, que
cuando Juan Daniel y yo lo rescatamos de la torre debió de decirnos que una tal
Reb que lo había ayudado estaba en la mazmorra para que la rescatemos también,
que nosotros la hubiéramos llevado con Killa y aunque de hecho al principio
ella hubiera estado tristona y decepcionada con el tiempo lo habría superado y
tal vez ahora estaría muy feliz emparejada con un guerrero mochica con un
varayoc poderoso.
José Alejandro me respondió: Si, lo reconozco mi error pero
recuerda que cuando me rescataron yo estaba muy mal por las torturas a las que
me sometieron, tú estabas enamorada de Juan Daniel, me cuidabas con cariño pero
él te gustaba y eso me hacía sufrir mucho... luego tuvimos problemas con el rey
escorpión y... bla bla.. Entonces yo le dije: Está bien, pero vas a ir conmigo
al hospital del Dr Beppo, le pedirás disculpas a la leprosa y si ella te
insulta y te dice que eres un insecto desgraciado te aguantarás calladito y
cabizbajo todo lo que ella tenga que decirte.
Cuando a la leprosa le hayan limpiado los gusanos y esté mas
presentable (al menos con vendas al estilo momia) voy a llevarlo al hospital
para que se disculpe con ella.
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