Sueño con Bécquer
Junio del 2007
Cuando regresé a mi casa toda mi cuadra estaba a oscuras, el
fluido eléctrico estaba bajísimo y el foco alumbraba menos que una vela.
Me aburrí de esperar a que la electricidad se normalizara y
decidí acostarme, estaba fastidiada porque quería entrar al msn pero si ni el
foco alumbraba pues menos iba a encender la pc... renegando me metí a mi cama a
leer un rato hasta que me diera sueño entonces sucedió que la vela empezó a
chisporrotear y yo supe que alguien quería comunicarse... pero no se porqué me
dio miedo a pesar de que no sentía agresividad ni nada malo de ese ser... ni
idea que me dio... la cosa es que apagué la vela.
Lo raro es que ni bien apagué la vela me dio sueño y me
quedé dormida... y soñé que estaba con Jonathan caminando por unas callejuelas
antiguas (como Barranco para quienes conocen Lima)... era de noche y los dos
íbamos de la manito como muy enamorados.
En eso vi a un hombre de unos 35 años, estatura promedio,
contextura delgada, cabello castaño y bigote, llevaba una levita y tenía aire
de antiguo... se metió por una callejuela oscura... entonces yo me solté de la
mano de Jonathan y lo seguí pero él caminaba muy rápido.
Yo tenía que alcanzarlo, era una cosa de vida o muerte,
hasta sentía que el corazón me hacía taca taca de la angustia... el hombre ya
estaba por voltear por un recoveco entonces grité desesperada: ¡Espérame!... él
volteó, me miró como reconociéndome y se detuvo... yo corrí a su encuentro y lo
besé en la boca al estilo francés.
Jonathan nos dio el alcance y nos encontró en pleno beso, yo
me solté del hombre como si nada para presentarlos pero el hombre empezó a
desvanecerse y desapareció convertido en un fino polvillo... entonces Jonathan
empezó a protestarme:
Jonathan enojado: ¡Lo besaste… y delante mío! ¿Quién era ese
tipo?
Yo toda tranquila: Pero si era Gustavo.
Jonathan mas enojado: ¿Y quién mierda es Gustavo?
Yo: Gustavo Adolfo Bécquer pues menso, ¿Cómo iba a perder la
oportunidad de darle un beso?, si él le escribió “El monte de las ánimas” a
Kiria.
Entonces me di cuenta que Jonathan no tenía ni idea de quien
era Bécquer... de allí no me acuerdo que pasó... luego el sueño giró, estaba yo
conversando y tomando cerveza con mis amigos metaleros en un pub decadente y
estaba preocupada porque Jonathan iba a recogerme de allí y yo tenía miedo de
que lo asaltaran en el camino.
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