Sueño de la aldea y los dioses
3 de junio del 2001
Soñé que estaba perdida en un erial. Me encontré con un
guerrero bárbaro... era alto y fornido, su piel era blanca pero estaba
bronceada, su cabello era color castaño rojizo y lo llevaba a la mitad de la
espalda... tenía barba, cejas pobladas y sus ojos eran azules... llevaba una
piel de oso sobre los hombros como capa.
El guerrero bárbaro me llevó a una aldea... los bárbaros de
la aldea eran físicamente parecidos a él pero estaban vestido de otra manera,
no eran de su clan. El jefe de la aldea, quien era un bárbaro de cabello rubio,
lo recibió con su espada en la mano entonces el guerrero bárbaro sacó su espada
también... ambos se saludaron y hundieron sus espadas en la tierra... la espada del guerrero bárbaro que me había traído
se hundió en la tierra y él desapareció.
El jefe de la aldea reparó en mí y me saludó... de la nada
surgieron una paredes de piedra y nos rodearon... estábamos en un templo
adornado con murales pintados en las paredes y estatuas de dioses nórdicos...
pero luego todo cambió, las estatuas de los dioses nórdicos se convirtieron en
estatuas de dioses egipcios y aparecieron unos sacerdotes egipcios... entonces
yo le dije al jefe de la aldea: No importa la representación, lo que importa es
la esencia de la divinidad.
Empecé a identificar los murales... me acerqué a un mural
que primero había sido de Sigyn y que se había convertido de Isis, lo toqué y
se convirtió en un vaso de cristal gigante lleno de agua con cuarzos rosados y
amatistas... luego el jefe de la aldea se acercó a otro mural que primero había
sido de Thor y que se había convertido de Ra, lo tocó y se convirtió en una
estela de fuego... y así hicimos con todos los murales... yo tocaba los murales
que representaban a las diosas y estos se convertían en vasos de cristal llenos
de agua con diferentes piedras preciosas, él tocaba los que representaban a los
dioses y se convertían en estelas de fuego de diferentes colores... cuando
terminamos los sacerdotes egipcios hicieron una reverencia y desaparecieron.
El jefe de la aldea se arrodilló y me besó la mano, me dijo
que su nombre era Vader… entonces yo lo abracé como si lo reconociera y lo besé
en la boca. Salimos del templo, nos despedimos y yo me fui caminando por un
sendero hasta que llegué a una carretera.
Esperé un rato en la carretera, pasó un bus, le hice señas
para que se detuviera... subí al bus... las personas del bus eran normales, es
decir, estaban vestidas como gente común y corriente de esta época... me fui
hasta al fondo y me senté. Llegamos a una ciudad moderna, yo me bajé en un
edificio que parecía un hotel... un portero me abrió, subí hasta el tercer piso
y entré a una habitación, había dos camas, una estaba hecha y la otra a medio
hacer... me quedé pensativa... supuestamente yo me había alojado con una amiga
y esperaba encontrarla.
Salí a la calle y tomé un bus... miraba por la ventanilla,
estábamos cruzando calles comunes y corrientes, las personas se bajaban en cada
paradero hasta que sólo quedé yo entonces el bus se metió a un túnel como si
fuera un tren subterráneo pero las paredes no eran de concreto, era una caverna
y estaba iluminada con antorchas cada cierto tramo.
Llegamos a un supuesto paradero, bajé y caminé por el túnel
hasta que llegué a la boca de una caverna con una reja la cual estaba
custodiada por un guardián vestido como un gladiador romano, él me hizo una
reverencia, abrió la reja y me dejó pasar... yo sabía a donde iba... pasé
varias puertas de mazmorras hasta que llegué a una con puerta de hierro con una
ventanilla, empujé una caja de madera que había allí y me subí para mirar por
la ventanilla... vi a Lionel quien estaba desnudo encadenado a la pared y Kiria
estaba con un látigo flagelándolo... Kiria volteó, me miró y risueña me dijo: ¡Qué
curiosa eres!.
Me desperté.
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