Sueños sueltos y sueño con Jesús
Abril del 2006
Este post es para anotar algunos sueños cortos y otras
cosillas de los que no me acuerdo con precisión las fechas pero han sido
durante la semana del domingo 9 al domingo 16:
Soñé con una mujer de cabello rubio vestida de gris, llevaba
una jaulita de esas para loritos vacía y caminaba como perdida por un sendero
rodeado de cardos.
Soñé con un hombre vestido de negro, su cabello era castaño
oscuro y lo llevaba atado hacia atrás en una coleta, tenía un corte desde el
ojo derecho hasta la mejilla... estaba caminando por un callejón, llegó hasta
una puerta, tocó y le abrieron... era un burdel de mala muerte. Escogió a dos
mujeres, una rubia y la otra morena… subieron a un cuarto... las mujeres se
desnudaron y se convirtieron en gatas… él las atrapó, sacó una daga, las
despellejó vivas, se llevó las pieles y se escapó por la ventana.
Por semana santa soñé con Jesús... de verdad, soñé con
Jeshua. Bueno, yo no soñé directamente con él... soñé con Jonathan, él estaba
caminando por el limbo como si fuera un parque mirando todo como si fuera muy
bonito… entonces se le apareció Jeshua y le dijo: Al fin me encuentro con un
shaman con quien si se puede hablar y no me recibe con un escupitajo, siempre
he querido aclarar que yo no estuve de lado de Yahvé, él me manejaba como si yo
fuera un títere… Yahvé maneja a los cristianos, lo hace mediante la hostia
consagrada, así les implanta esos bichos que ellas llaman la garrapata o el
microship... debo de regresar antes de que noten mi ausencia, aún sigo bajo el poder
de Yahvé.
Soñé que estaba en una casona colonial, estaba vestida con
ropa de la época, tipo del siglo XVIII... estaba sentada en un sillón bordando...
entonces escuché unas risas diaboliconas, fui al jardín trasero que colindaba
con el huerto para averiguar de que se trataba y vi a un hombre joven de
cabello castaño rojizo, desnudo y atado a un árbol, unos duendes lo estaban
molestando... tomé una escoba y los espanté... desaté al hombre, lo desperté y
me lo llevé a mi alcoba… felizmente no tenía heridas graves, solo algunos
moretones y rasguños, lo curé... luego le pregunté quien era, me dijo que su
nombre era Leth y que trabajaba cuidando el establo... yo le dije que nunca lo
había visto y se convirtió en un perro color castaño.
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