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viernes, 3 de marzo de 2017

Sueños sueltos y sueño con Jesús

Sueños sueltos y sueño con Jesús
Abril del 2006

Este post es para anotar algunos sueños cortos y otras cosillas de los que no me acuerdo con precisión las fechas pero han sido durante la semana del domingo 9 al domingo 16:


Soñé con una mujer de cabello rubio vestida de gris, llevaba una jaulita de esas para loritos vacía y caminaba como perdida por un sendero rodeado de cardos.


Soñé con un hombre vestido de negro, su cabello era castaño oscuro y lo llevaba atado hacia atrás en una coleta, tenía un corte desde el ojo derecho hasta la mejilla... estaba caminando por un callejón, llegó hasta una puerta, tocó y le abrieron... era un burdel de mala muerte. Escogió a dos mujeres, una rubia y la otra morena… subieron a un cuarto... las mujeres se desnudaron y se convirtieron en gatas… él las atrapó, sacó una daga, las despellejó vivas, se llevó las pieles y se escapó por la ventana.


Por semana santa soñé con Jesús... de verdad, soñé con Jeshua. Bueno, yo no soñé directamente con él... soñé con Jonathan, él estaba caminando por el limbo como si fuera un parque mirando todo como si fuera muy bonito… entonces se le apareció Jeshua y le dijo: Al fin me encuentro con un shaman con quien si se puede hablar y no me recibe con un escupitajo, siempre he querido aclarar que yo no estuve de lado de Yahvé, él me manejaba como si yo fuera un títere… Yahvé maneja a los cristianos, lo hace mediante la hostia consagrada, así les implanta esos bichos que ellas llaman la garrapata o el microship... debo de regresar antes de que noten mi ausencia, aún sigo bajo el poder de Yahvé.


Soñé que estaba en una casona colonial, estaba vestida con ropa de la época, tipo del siglo XVIII... estaba sentada en un sillón bordando... entonces escuché unas risas diaboliconas, fui al jardín trasero que colindaba con el huerto para averiguar de que se trataba y vi a un hombre joven de cabello castaño rojizo, desnudo y atado a un árbol, unos duendes lo estaban molestando... tomé una escoba y los espanté... desaté al hombre, lo desperté y me lo llevé a mi alcoba… felizmente no tenía heridas graves, solo algunos moretones y rasguños, lo curé... luego le pregunté quien era, me dijo que su nombre era Leth y que trabajaba cuidando el establo... yo le dije que nunca lo había visto y se convirtió en un perro color castaño.



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