Sueño del centauro
3 septiembre 2007
Soñé que estaba viviendo con mi hija Ingrid y Jonathan en un
departamento en el segundo piso de un edificio moderno. Nad era nuestra vecina,
ella vivía en el edificio de al frente... ni idea si estábamos en Perú o Chile
pero en las calles habían anuncios en español.
Era mi cumpleaños pero Ingrid estaba con gripe y yo no
quería recibir a nadie. Estaba llamando por teléfono a mis amigos para cancelar
mi fiesta cuando tocaron el timbre, eran mis tíos y primos (incluidos mi tía
Lidia, mi tía Meche y mi tío Ricardo que ya han fallecido) me molesté y boté a
todos a escobazos.
Después el sueño cambió, estaba en el mismo departamento pero
era otro día. Llegó Nad, estaba vestida con un conjunto de oficina color rojo y
tenía un maletín con muchos documentos... se sentó en el sofá, vació todos los
documentos sobre la mesita de centro, rompió algunos y guardó otros, estaba muy
nerviosa.
Luego tocaron la puerta, era Marcela, estaba vestida a lo
deportivo con buzo y tenía una mochila llena de víveres y cosas para acampar. Ella
nos dijo que teníamos que irnos a la montaña, que era cosa de vida o muerte.
Nad fue a recoger a sus hijos (un niño y una niña), Ingrid y yo empezamos a
hacer nuestro equipaje.
Después estábamos en un refugio campestre en la montaña,
habíamos rentado un bungalow con dos dormitorios... en uno de los dormitorios
estaban los hijos de Nad e Ingrid durmiendo, nosotras estábamos en el otro
dormitorio haciendo un círculo mágico con una tiza blanca en el suelo. En eso
tocaron a la puerta, era el muchacho de servicio con cara de traumado y nos
dijo que había un "ser" preguntando por nosotras... salimos a ver
quien era y era un centauro. El centauro era de edad madura, tenía el cabello y
la barba de color castaño rojizo… nos dijo que ése lugar tampoco era seguro,
que teníamos que irnos de inmediato y que había venido con otros centauros que
nos iban a llevar a otro lugar.
En eso me acordé que no le había avisado a Jonathan que nos
habíamos ido y que cuando él regresara al departamento no nos iba a encontrar y
se iba a preocupar. Le dije a Marcela que me prestara su celular para llamarlo,
ella buscó en su bolso pero su celular no estaba, entonces lo vació todo en el
suelo y cayeron un montón de caracoles y conchas marinas de abanico... de allí
no recuerdo.
Nad, sus hijos, Marcela, Ingrid y yo llegamos a un convento como
del siglo XVI en donde íbamos a escondernos. La madre superiora nos dio hábitos
de monjas a nosotras y hábitos de novicias a las niñas pero le dijo a Nad que
no podía esconder a su hijo, Nad le respondió que lo podía vestir como a las
niñas pero la madre superiora le dijo que no podía quedarse porque era varón…
ellas empezaron a discutir... a las finales decidimos que yo me quedaba allí
con las niñas mientras que Marcela iba a recoger a Gissela y a Lucas al
aeropuerto y Nad con su hijo buscaba otro lugar a donde pudiéramos ir todos
porque si en ése convento no aceptaban a su hijo menos a Lucas.
Luego estaba yo con las niñas en el jardín del convento y en
eso vi a la hija de Antonio también vestida de novicia. Me entraron las
sospechas, empecé a revisar las habitaciones y en la biblioteca me encontré con
Antonio sentado fumando y con los pies sobre el escritorio... le pregunté como él
se encontraba allí si la madre superiora no había permitido que el hijo de Nad
se quedara y el muy zorro me respondió: "Pues obviamente ella dejó que me
quedara por mis encantos"
De allí me desperté.
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