no se guardan memorias de días, fechas o
años
no se celebran aniversarios...
sólo hay ausencias, lejanías y suspiros...
sólo hay lamentos, sollozos y llantos.
Recuerdos borrosos como el enigma escrito
con sangre
por la mano temblorosa de un moribundo...
paisajes nebulosos como vistos a través de
las brumas del mar...
retratos de difusos rostros como si los
hubieran difuminado
tantas lágrimas vertidas sobre ellos.
Perpetúa melancolía sin final ni
comienzo...
perpetúa tristeza sin tiempo definido...
solo el gozo maldecido...
de seguir sufriendo... por siempre...
eternamente...
Liliana
Celeste Flores Vega - 1996