... Era el alba
y un fantasma matutino
recorría tristemente la senda abandonada
donde crece la hierba descuidada.
... Era el mediodía
y la sombra de la mañana
reposaba a la vera del camino semioculta en el ramaje
de un árbol tranquilo.
... Era el ocaso
y el espectro iluminado
se volvió pálido y huyó cuando las sombras
cayeron sobre el camino.
Liliana
Celeste Flores Vega - 1993
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