Estoy en mi
cama leyendo un libro, marco donde me he quedado con una tarjeta, hace varios
días que al regresar de mi trabajo en la Biblioteca encuentro bajo mi puerta
una tarjeta, ya son nueve las que he recogido, no tienen remitente, solo una
frase “Nocturno de lluvia y luna” y unas notas musicales… cierro el libro y lo
dejo sobre mi mesa de noche.
Es casi
medianoche, intento dormir, doy vueltas en la cama… el sueño huye de mi… veo
dos falenas revoloteando alrededor de la lámpara. Hace bochorno ¡Ah, las
agobiantes noches de verano! Entonces se desata la lluvia… las gotas caen
refrescando el ambiente. Por mi ventana abierta se cuela el olor de la tierra
mojada y de las madreselvas de mi jardín… y las notas de un apócrifo violín ¿De dónde vienen esas notas tan bellas y tristes?
Me asomo a
la ventana y a la luz de la luna veo a un apuesto desconocido tocando el violín
al pie de mi ventana… lleva la camisa blanca abierta mostrando un torso
perfecto… la lluvia escurre por su cabello, su rostro, su pecho y resbalan
hasta su vientre...
¡Las notas de la melodía que interpreta corresponden a las
notas escritas en las misteriosas tarjetas! Levanta la cabeza y nuestras
miradas se encuentran… y sigue tocando su nocturno, un nocturno de lluvia y
luna.
Liliana
Celeste Flores Vega - marzo 2015
Imagen: Pixabay
2 comentarios:
Hola :) me ha gustado mucho este relato, retrata un momento casi sublime, y está cargado de erotismo...
Un saludo
Muchas gracias por el comentario, Aradlith. Si, fue algo escrito con los retazos oníricos. Gracias por leer.
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