in girum imus nocte et consumimur igni

in girum imus nocte et consumimur igni

lunes, 18 de julio de 2016

A puertas cerradas

Finalmente el invierno ha llegado con aullidos de lobos y melodías de nostalgia. Las doncellas de nieve y los caballeros de hielo se encuentran furtivamente en el bosque para celebrar rituales y mascaradas. Las noches son mas frías y largas… invitan a encender la chimenea y arrebujarnos en el amplio lecho bajo las colchas y pieles reconfortándonos con el calor de nuestros cuerpos desnudos. 



Ésta noche, víspera de plenilunio, te amaré a puertas cerradas, en contra de las leyes del universo y gritándolo en silencio.

Liliana Celeste Flores Vega - 18 julio 2016
Imagen: Google

lunes, 11 de julio de 2016

¿Danzamos?

Esta noche deseo embriagarme y danzar hasta que el mundo me de vueltas. Dile a la orquesta fantasma que toque en la glorieta del jardín invernal y abre el balcón para que las notas de la melodía encantada lleguen hasta nuestra alcoba… tómame entre tus brazos, embriágame con tus besos y hazme danzar al compás de un vals bajo las sábanas.

Liliana Celeste Flores Vega 
11 julio 2016
Imagen: Victoria Frances


lunes, 4 de julio de 2016

Noche de romance medieval

Hoy no te escribiré versos de luna azul enamorada ni te dedicaré melodías de viento con murmullos de nostalgia… hoy sólo te diré que ésta noche te esperaré en nuestro onírico castillo invernal como la dama blanca de aquél cuento esperaba cada noche de luna oscura a su amado caballero negro.

Liliana Celeste Flores Vega
4 julio 2016
Modelo y edición: Yo

Locación: Castillo de Chancay

sábado, 2 de julio de 2016

Cuando el búho ulule bajo los olmos

Y ésta noche nos encontraremos en nuestra cabaña en aquél bosque donde el otoño es perenne y los elfos tocan sus flautas. Mientras me esperas colocarás los leños en la chimenea para entibiar la estancia, luego encenderás el farol de la entrada y te quedarás un momento de pie en el pórtico contemplando la danza suicida de las mariposas nocturnas. Después prepararás vino caliente especiado con canela y miel.

Llegaré cuando el búho ulule bajo los olmos. Abriré la puerta y te encontraré sentado en el sillón cerca de la chimenea contemplando el baile ritual de las salamandras. Te pondrás de pie para recibirme, nuestras miradas se encontrarán por un instante, tantas cosas por decirnos pero sólo nos saludaremos con un “buenas noches” y un intercambio de sonrisas indecisas… acariciarás mi mejilla, levantarás mi mentón para darme un beso y yo rehuiré el roce de tus labios pero de inmediato te abrazaré para cobijarme en tu pecho buscando instintivamente tu calor… tú me estrecharás fuertemente y acariciarás mi cabello.

Me invitarás a sentarme en el sillón cerca del calor del fuego y me ofrecerás una taza de vino especiado caliente. Te arrodillarás sobre la piel de oso, me quitarás las botas de piel y masajearás mis pies mientras me cuentas de la última incursión de tu ejército o me comentas alguna de tus aventuras… yo te dejaré hacer mientras te escucho distraídamente, bebo el reconfortante vino sorbo a sorbo y me entretengo mirando a los insectos que revolotean alrededor de las velas.

Empezará la sonata nocturna de los grillos y me indicarás con un gesto que es hora de que vayamos al lecho. Te desnudarás y fingiré que no te observo mientras enciendo un par de varillas de incienso pero lo cierto es que cada noche te encuentro más atractivo. Me quitaré el faldón y el corpiño, me quedaré en camisa y me sentaré en el lecho. Tú te sentarás frente a mi, desatarás el lazo de mi camisa y la deslizarás lentamente hasta mi cintura… acariciarás mis hombros desnudos y mis pechos turgentes… cerraré los ojos mientras tus manos se deslizan sobre mi piel gélida y me tumbas suavemente sobre el lecho… te acomodarás entre mis piernas, sentiré el roce áspero de tu barba contra mis muslos y la suave humedad de tu lengua lamiendo con fruición mi sexo… colocaré mis piernas sobre tus hombros y deslizaré mis pies sobre tu espalda mientras jadeo pensando en él.

Me penetrarás sujetando mis caderas… me embestirás con fuerza, rudo sin llegar a ser brusco, mantendrás un ritmo constante y conseguirás que mi pecho se agite y mis entrañas palpiten… sin querer murmuraré su nombre entonces, no sé si por revancha o por complacerme, te retirarás de mi cuerpo, me forzarás a ponerme de rodillas sobre el lecho y me montarás como un felino salvaje en celo… me estremeceré de placer cuando muerdas mi nuca y te sienta llegar al orgasmo… nos quedaremos un momento sin separarnos mientras el ritmo de nuestras respiraciones se calman… yo seré quien rompa el abrazo para recostarme de lado y tu te acomodarás rodeando mi cintura con un brazo, ambos sin intercambiar palabras como si fuéramos cómplices de algún crimen.

Las velas se consumirán y el viento nos traerá el dulce lamento de las flautas de los elfos… y yo fingiré que estoy dormida mientras tú besas mis hombros magullados y acaricias mi vientre. 

Liliana Celeste Flores Vega - 2016
Imagen: Google