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domingo, 24 de septiembre de 2017

Sueño del coleccionista

Sueño del coleccionista
Febrero del 2008

No recuerdo bien como empezó el sueño pero estaba en un edificio moderno y vestida al estilo Matrix. Tenía la misión secreta de meterme en uno de los departamentos que era de un señor coleccionista de antigüedades y robar algo (no recuerdo que era exactamente pero era una reliquia con mucho poder que no debería de estar en manos humanas)... logré entrar al departamento  que era muy elegante y moderno pero habían muchos adornos antiguos.

Vi un armario de madera con unos grabados esotéricos y supe que lo que buscaba estaba guardado allí... iba a abrirlo cuando apareció un fulano muy parecido a Dante del anime Devil May Cry pero en versión humana. Él también iba a robar el mismo objeto... yo le dije que yo había llegado primero... él me respondió que yo no podía tocar ése objeto sin lastimarme y que lo dejara tomarlo… entonces quedamos en robarlo juntos... él abrió el armario y tomó el susodicho objeto que era pequeño y cuadrado, como una cigarrera... lo guardó en un bolsillo de su sobretodo y nos escapamos.

Luego me llevó al lugar en donde vivía... era un edificio común y corriente... su departamento era sencillo, con todas las comodidades pero sin lujos. Entramos a su dormitorio, él sacó el susodicho objeto y pude verlo bien: Era una cajita de plata con piedras preciosas. La abrió y adentro había un pergamino con unos símbolos esotéricos hechos con tinta negra, lo que yo buscaba era eso, el pergamino... él me dijo que sólo quería la cajita para vendérsela a un coleccionista y que el pergamino no le interesaba, luego me preguntó que quería hacer con el pergamino... yo le dije que lo destruyera, que lo quemara... él tomó el pergamino y algo como un ácido corrosivo le dejó la mano en carne viva... pero de todas maneras lo destruyó quemándolo con un encendedor.

Luego no recuerdo bien, creo que le curé la mano... él me dijo que me quedara a dormir en su departamento y yo acepté pero me acomodé en un sofá que estaba debajo de la ventana... él me miraba desde su cama poniéndome cara de acuéstate conmigo... cuando de pronto amaneció (fue raro porque no amaneció iluminándose de a pocos sino que de frente salió el sol como si hubieran encendido una luz) entonces él saltó de la cama, me jaló hacia el lado oscuro de la habitación y el sofá al que le cayó un rayo de sol estalló en llamas... yo me traumé y me puse a sollozar en su pecho mientras que él me decía: Ya, tranquila vampirita tonta.

Después el sueño giró... había pasado el tiempo y yo estaba enredada con el fulano, no estaba enamorada pero si me gustaba. Follamos y luego él me dijo: Sabes bien que soy un cazador de demonios y mi misión es exterminar a los seres que como tú matan a humanos inocentes... pero me he enamorado de ti... te amo.

El sueño volvió a girar... no sé que había sucedido pero perseguían a los shamanes para matarlos misma cacería de brujas. Yo estaba viviendo con el fulano (con mi madre e Ingrid incluidas) gracias a que él con sus influencias había conseguido que el Tribunal de la Nueva Inquisición  me declarara como shaman no peligrosa para la humanidad.

Y además Ratzinger, quien era el inquisidor mayor (el mismo habemus papa) le había concedido mi custodia. Estábamos viviendo en un edificio de arquitectura clásica pero a la vez moderno con sistemas de seguridad, cámaras, etc... a mi me permitían pasear por el edificio el cual tenía en el último piso una terraza bien bonita.

Estaba en ésa terraza cuando me encontré al mismo tipo que en un sueño anterior se parecía mucho a Víctor pero que no lo era y me invitó a tomar un tecito en su departamento... primero conversamos tonterías y luego me dijo que trabajaba para la Nueva Inquisición, que tenía la misión de eliminar a un shaman a quien yo conocía y quería que lo ayudara con unos datos... creí que se refería a una de mis amigas brujas e iba a mandarlo al cuerno pero me mostró un folio con información sobre Rubén Darío (no me refiero al poeta... Rubén Darío es un ex shaman que las brujas y yo conocemos).

Iba a leer el susodicho folio cuando se apareció el fulano de anime buscándome, me reclamó por meterme al departamento de otro hombre y me obligó a regresar a nuestro departamento.



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