in girum imus nocte et consumimur igni

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miércoles, 16 de diciembre de 2020

El anciano

El anciano vivía solo en la casona de la esquina rodeado de libros, mapas, astrolabios y demás objetos indescriptibles. Era un hombre anacrónico y estrafalario, de costumbres extrañas.
 
Los vecinos empezaron a preocuparse por su salud mental, entonces llamaron al servicio social para que lo visitaran.
 
Una tarde un asistente social tocó a su puerta, el anciano lo dejó pasar.
 
— ¿Vive solo?
— Si, no necesito de nadie.
— ¿Cómo se mantiene?
— Recibo rentas de unas propiedades que tengo en el extranjero.
— ¿Y a qué se dedica? ¿En qué se entretiene?
— Colecciono vidas.
 
El anciano abrió el libro que tenían entre las manos, murmuró unas palabras arcanas, un destello dorado inundó la estancia y el asistente social quedó atrapado entre las páginas.
 
El anciano colocó el libro en el librero. Las desapariciones ya estaban causando sospechas, tendría que irse a otra ciudad.

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